Olas de calor mortales en norte y Centroamérica son 35 veces más probables por el cambio climático, según un estudio

Expertos de México, Panamá, Países Bajos, Reino Unido y Estados Unidos observaron una correlación directa entre el uso de combustibles fósiles y el aumento de episodios de temperaturas extremas en la región

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Las olas de calor en norte y Centroamérica son ahora 35 veces más probables debido al cambio climático. (Archivo)
Las olas de calor en norte y Centroamérica son ahora 35 veces más probables debido al cambio climático. (Archivo)

Las olas de calor mortales en norte y Centroamérica son 35 veces más probables por el cambio climático, según un estudio de World Weather Attribution publicado este jueves 20 de junio que se centró en las temperaturas “peligrosas” que se han registrado en la región desde marzo.

La investigación, que se llevó a cabo por científicos de México, Panamá, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos y Suecia, también indica que estos episodios de temperaturas extremas se han vuelto cuatro veces más probables desde el año 2000 por el uso de combustibles fósiles.

Concretamente, los expertos determinaron que el cambio climático provocó que el periodo de cinco días de mayo y junio con máximas más altas en la región se haya vuelto 1,4ºC más cálido y unas 35 veces más probable.

Investigaciones muestran que las temperaturas extremas se han vuelto cuatro veces más probables desde el año 2000. (AP/Félix Márquez)
Investigaciones muestran que las temperaturas extremas se han vuelto cuatro veces más probables desde el año 2000. (AP/Félix Márquez)

A su vez, indicaron que el periodo de cinco días de mayo y junio con las mínimas nocturnas más altas se volvieron 1,6ºC más cálido y alrededor de 200 veces más probable. De cara al futuro, indican que estas tendencias se volverán muy habituales en un mundo en el que el calentamiento global llegue a los 2ºC.

Para llegar a esta conclusión, los expertos estudiaron una región que incluye el suroeste de los Estados UnidosMéxico, Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras, donde las temperaturas también han sido extremas. En este marco, analizaron los datos del clima y los modelos climáticos mediante métodos revisados por pares para comparar cómo este tipo de sucesos ha cambiado entre el clima actual y el preindustrial, aproximadamente 1,2ºC más frío, y así cuantificar el efecto que hubiera podido tener el cambio climático.

Así, se centraron en los cinco días con temperaturas máximas y mínimas más altas en mayo y junio. Así, sus observaciones muestran una previsión de que los cinco días con máximas más altas se repitan cada 15 años más o menos. En comparación, en el año 2000, cuando la temperatura global era medio grado más baja que ahora, la previsión era que estos eventos tuvieran lugar una vez cada 60 años aproximadamente.

La sequía existente en la región ha intensificado la gravedad de las olas de calor. (AP/Félix Márquez)
La sequía existente en la región ha intensificado la gravedad de las olas de calor. (AP/Félix Márquez)

Paralelamente, las cinco noches con mínimas más altas no fueron extremas teniendo en cuenta el clima actual, y hay un 50% de posibilidades cada año de que se registren temperaturas similares. En comparación, en el año 2000 había un 13% de probabilidades de que se dieran temperaturas de ese estilo cada año.

De esta manera, el estudio estima los mismos tiempos de retorno para toda la región, aunque puntualiza que el calor fue más excepcional en la parte sureste de la zona. En algunas regiones y especialmente en lo que concierne a temperaturas mínimas, la estimación fue que se alcanzarían valores tan altos en un periodo de hasta una vez cada 1.000 años.

Según el texto, las condiciones de sequía existentes en la región han agravado aún más la situación al prevenir la dispersión de partículas contaminantes y hacer que disminuya la disponibilidad de agua, así como la generación de energía hidroeléctrica y el suministro de electricidad.

Los expertos determinaron que un periodo de cinco días en mayo y junio ahora es 1,4ºC más cálido debido al cambio climático. (AP/Mauricio Palos)
Los expertos determinaron que un periodo de cinco días en mayo y junio ahora es 1,4ºC más cálido debido al cambio climático. (AP/Mauricio Palos)

Tal y como defienden los científicos, los sistemas de aviso de calor extremo y los planes de acción pueden solventar problemas en la preparación de Centroamérica ante estos eventos. En su opinión, leyes sobre la protección contra el calor pueden ser implementadas para proteger a los trabajadores que desarrollen su actividad en el exterior.

A su vez, consideran que estrategias de fortalecimiento de la resiliencia de la red y de conservación de agua pueden ser clave para asegurar el servicio durante este tipo de sucesos. Además, indican que una planificación urbana mejorada, con más espacios verdes y una infraestructura mejorada en los asentamientos informales ayudarán a proteger a los más vulnerables.

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