Atlanta (EE.UU.), 19 jun (EFE).- Canadá afronta el debut más exigente posible en una Copa América: frente a la campeona del mundo y con un nuevo técnico que tan solo ha tenido dos partidos de preparación y 36 días para imponer su filosofía.
Jesse Marsch es, además, un entrenador peculiar, que recurre a citas de Ghandi, utiliza el remo como ejemplo y ha sido contratado gracias a las “donaciones” de clubes de la MLS.
Un entrenador ‘patrocinado’
“En reconocimiento a su importante apoyo filantrópico, el puesto de Marsch será denominado oficialmente como Entrenador Jefe de la Selección Nacional Masculina de la MLS Canadá durante la vigencia de su contrato inicial”.
Así quiso reconocer la Federación Canadiense de Fútbol la aportación económica de los clubes canadienses que compiten en la Major League Soccer para fichar a un entrenador que superaba su presupuesto. En plena crisis económica, la Federación Canadiense recurrió a sus clubes más potentes, un caso único.
Y es que nada ha sido normal en el nombramiento del nuevo seleccionador. Marsch se enteró de que había sido el elegido por medio de una videollamada a través de ‘Facetime’ y han sido las ‘donaciones’ de Vancouver Whitecaps, Toronto FC y CF Montreal, las que hicieron posible su contratación. Aportaciones con las que acudir al rescate de una federación con problemas económicos, en la antesala del Mundial que coorganizará.
El ejemplo de los remeros
Graduado en Historia por la Universidad de Princeton, donde destacó como delantero -antes de convertirse en un mediocentro defensivo en la MLS- Marsch se empapó de otros deportes durante su etapa universitaria y recurre al ejemplo del remo para explicar lo que quiere de sus jugadores.
“Los remeros salen al agua a las 5 de la mañana. Llevan las cosas más allá del límite. Cuando cruzan la línea, los ocho remeros literalmente colapsan. Quiero un equipo de fútbol con la misma mentalidad”, aseguró en una entrevista durante su etapa en el Leipzig, para explicar cómo quiere que presionen sus equipos.
"Ten fe como Ghandi, lucha como Alí"
“Tengo cientos de citas que uso en diferentes momentos. Me encantan las citas, aprender de personas del pasado. Personajes deportivos, personajes históricos, lo que sea. La clave es comprender qué mensajes utilizar en el momento adecuado”, ha dicho.
Jesse Marsch cree en la fuerza de la motivación.
Por eso, antes de los partidos importantes da a los jugadores frases inspiradoras de Michael Jordan o Mohamed Alí, pero también de Ghandi, la madre Teresa o JFK, lo que fue objeto de burla en Inglaterra, durante su etapa con Leeds, pero a lo que no renuncia.
La vuelta al mundo de los Marsch
Marsch, que aprendió francés para dirigir a Montreal Impact, y alemán cuando entrenó al Leipzig, donde sustituyó al actual seleccionador germano, Julian Nagelsmann, se tomó un año sabático para recorrer el mundo, cuando no tuvo claro cuál era el rumbo que debía seguir.
En 2012, tras concluir su trabajo en Montreal, sacó a sus hijos de 11, 9 y 5 años del colegio y en compañía de su esposa se dedicó a recorrer el mundo durante seis meses, alojándose en albergues y visitando 33 países, incluidos Hong Kong Singapur, Nepal, India, Vietnam, Egipto, Israel, Jordania y gran parte de Europa.
La patada a Beckham
Marsch jugó las primeras 14 temporadas de la MLS y ganó tres títulos seguidos de Liga, pero su paso por el torneo profesional estadounidense quedó marcado por una acción ante el inglés David Beckham, actual presidente del Inter Miami.
Beckham había llegado apenas cuatro horas antes a Estados Unidos y disputaba sus primeros 45 minutos en la Major League Soccer cuando comprobó que su estancia en el fútbol norteamericano no iba a ser el plácido camino que preveía.
Marsch, que de delantero goleador en la universidad se reconvirtió en la MLS en un volante recuperador, le dio una patada en el estómago al británico que provocó una pelea entre jugadores de las Chivas USA y el Galaxy y dos expulsados, uno por bando.
Esa acción le ha perseguido y fue muy recordada con profusión por los medios británicos cuando se hizo cargo del Leeds para suceder a Marcelo Bielsa.
Sustituto de Nagelsmann en el Leipzig y de Bielsa en el Leeds, a Marsch no le asustan los retos y el que ahora afronta lo considera mayor: convertir a Canadá en un digno anfitrión del Mundial 2026.
Pero, el inmediato le parece aún más complicado. Con poco más de un mes en el cargo debe buscar la fórmula para frenar a Messi.