Tomás Frutos
Gelsenkirchen, 19 jun (EFE).- Hace no mucho, en Italia reinaba la icónica pareja de centrales formada por Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci -ya retirados-, pero en esta Eurocopa 2024 emergen las figuras de los jovencísimos Alessandro Bastoni, central zurdo del Inter, y Riccardo Calafiori, también zurdo y jugador del Bolonia, como herederos de la gran defensa 'azzurra'.
En uno de sus últimos partidos en el Juventus, Giorgio Chiellini dejó escrito quién iba a ser su sucesor en el trono de comandante de la zaga italiana. "Bastoni tiene características diferentes a las mías, pero con él Italia puede dormir tranquila. Su nombre será recordado durante mucho tiempo ", dijo.
Han pasado ya más de dos años de aquellas declaraciones que en Italia no pillaron tanto por sorpresa viendo el nivel de ese joven central (Cremona, 1999) criado cerca de su casa, en el Atalanta, que después jugó cedido en el Parma y que ahora comanda el Inter, campeón del 'Scudetto'.
Esperó su momento en la Eurocopa de 2021, en la que solo tuvo minutos en la última jornada de fase de grupos ante Gales, cuando Italia ya estaba clasificada para octavos. Tenía por delante a dos leyendas como Bonucci y Chiellini que le impartieron clases magistrales partido a partido.
Allí se forjó también buena parte de un central sabedor de sus posibilidades pero que continuó trabajando al máximo para ganarse un puesto en la 'Nazionale'. Porque cuando fue a la Euro era ya titular en el Inter, pero tuvo que aprender a ser importante en otro rol. Ahora es líder en el vestuario del Inter y de Italia.
Le toca jugar uno de los partidos más importantes de su carrera. Se medirá a Álvaro Morata con la duda de quién será su acompañante. En el aire la posibilidad de que Gianluca Mancini entre en el once, aunque lo más probable es que Luciano Spalletti repita con Riccardo Calafiori (Bolonia), otro jovencísimo central (Roma, 2002) criado en la cantera del Roma, en el que llegó a jugar de la mano de José Mourinho.
Con su melena al viento se ha ganado a pulso las comparaciones con otros grandes centrales italianos de pelo largo. Fabio Cannavaro, Allessandro Nesta... Pero sin duda la que más se ha repetido es la de Paolo Maldini.
Habitual en todas las categorías inferiores de la 'azzurra', debutó con la absoluta este mismo mes de junio. Mérito mayor si se tiene en cuenta que con 16 años sufrió una lesión grave en la rodilla derecha que le frenó el ascenso a la 'Loba' de Mourinho. Salió en busca de minutos, militó en el Génova como cedido, en el Basilea suizo -ya sin pertenecer al Roma- y regresó a la Serie A este mismo año de la mano de Thiago Motta y ha explotado.
Su temporada ha sido brillante, en un equipo histórico que volvió a la Liga de Campeones 60 años después de la última vez. No necesitó más que un puñado de entrenamientos y dos partidos para hacerse con el puesto de titular. Ante Albania, otro recital en salida de balón y en acciones defensivas que le colocan como el favorito para repetir junto al fijo Bastoni.
Italia, ya sin Bonucci y Chiellini, se refugia en Bastoni y Calafiori. El primero, el heredero asignado por su propio predecesor; el segundo, una promesa que ilusiona. Ambos zurdos. Ambos contra Morata. EFE
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