El nuevo Frente Popular francés quiere aumentar el gasto público con impuestos a los ricos

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París, 19 jun (EFECOM).- El nuevo Frente Popular que reúne a los partidos de izquierda en Francia propone en su programa para las elecciones legislativas un aumento masivo del gasto público para mejorar salarios y la protección social que se financiaría con un incremento de los impuestos "a los ricos" y a las grandes empresas.

Buena parte de ese aumento del gasto público se compensaría con una elevación del crecimiento económico gracias a la reactivación del consumo por los aumentos salariales, han explicado varios de los responsables.

El secretario nacional del Partido Comunista Francés (PCF), Fabien Roussel, ha asegurado este miércoles en una entrevista a la emisora France Info que ese crecimiento debería pasar al 3 % desde el año próximo, cuando para 2024 el actual Gobierno espera un 1 % y la mayor parte de los organismos internacionales son menos optimistas (la OCDE y la Comisión Europea auguran un 0,7 %).

La diputada socialista Valérie Rabault, que era ponente en la Asamblea Nacional sobre el presupuesto, ha cifrado el aumento del gasto previsto por el programa del Frente Popular en caso de llegar al poder en 106.000 millones de euros para el periodo 2024-2027, aunque sus socios de La Francia Insumisa (LFI) disienten de ese cálculo por la prioridad que dan a algunas medidas.

En una entrevista al diario Les Echos, Rabault, que vuelve a ser candidata para renovar el escaño en los comicios del 30 de junio y 7 de julio, precisa que de esos 106.000 millones, 23.000 millones corresponderían al dispositivo para elevar los salarios (en particular el de los funcionarios y el de las personas en prácticas).

Otra parte importante (10.000 millones) lo absorbería el programa de construcción de 200.000 viviendas sociales cada año y los subsidios sociales a los más pobres (5.000 millones).

Sin embargo, tanto esta diputada socialista como el líder del PCF han insistido en que volver a rebajar la edad de jubilación a 60 años es "un objetivo", pero no se contempla aplicarlo, al menos no en un primer momento.

La prioridad en ese campo es anular la reforma que llevó a cabo el pasado año el presidente francés, Emmanuel Macron, que eleva progresivamente la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años.

Para financiar todas esas medidas, tanto Rabault como Roussel han confían en primer lugar en conseguir más crecimiento económico, pero también más impuestos, pero sólo para "los más ricos".

El secretario nacional del PCF ha precisado que "un 92 % de los que pagan el impuesto sobre la renta, pagarán menos" con los nuevos tramos que piensan desplegar (14 en total, para hacer este impuesto más progresivo). En la práctica, pagarán más los que tienen ingresos superiores a 4.000 euros mensuales.

En paralelo, el Frente Popular pretende imponer "una tasa a los súperbeneficios" de las grandes empresas, con la que espera recaudar 15.000 millones de euros, restablecer el Impuesto Sobre la Fortuna (ISF), con el que calcula que obtendrá 10.000 millones, y eliminará exenciones fiscales que suponen otros 19.000 millones.

Este programa económico ha recibido duras críticas de la mayoría macronista, como las del ministro de Interior, que este miércoles en el canal BFMTV ha dicho que lo que propone la izquierda, como lo que propone la extrema derecha de Marine Le Pen, llevaría a Francia a "la aventura y la ruina". EFECOM

ac/prb

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