Conceiçao, Werghorst, Embolo, Can y Akturkoglu: los suplentes que dan lustre a la Eurocopa

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Juan José Lahuerta

Leipzig (Alemania), 19 jun (EFE).- Además de los repetidos nombres de Toni Kroos, Jamal Musiala, Jude Bellingham, Arda Güler o Nicolae Stanciu como figuras de la primera jornada de la fase de grupos, otros jugadores que no estaban destinados a la gloria, suplentes con sus selecciones, fueron decisivos, tuvieron una influencia notable o una aparición fugaz pero brillante en equipos como Suiza, Países Bajos, Portugal, Turquía y Alemania.

El primero de todos en hacer acto de presencia fue Emre Can. En el partido inaugural que enfrentó a Alemania con Escocia, el centrocampista del Borussia Dortmund apareció en el terreno de juego en el minuto 80 tras sustituir al aplaudido y venerado Toni Kroos. En realidad, ni siquiera tenía que estar en el Allianz Arena de Múnich, pero el destino le abrió un hueco en la convocatoria de Julian Nagelsmann.

Aleksandar Pavlovic, el prometedor jugador del Bayern Múnich, tuvo que abandonar la concentración por una amigdalitis. Se quedó sin Eurocopa y Nagelsmann citó a Emre Can, que estaba de vacaciones con su mujer cuando recibió la llamada de su seleccionador. Rápidamente se unió a sus compañeros y su aparición no pudo ser más exitosa. A los pocos minutos de ingresar en el campo desde el banquillo, enganchó un disparo desde fuera del área con el que Alemania redondeó su goleada (5-1). "No llevo mucho aquí pero estoy agradecido. Haré lo mejor para el equipo", dijo después de su aparición.

Menos de 24 horas después, otro jugador, en esta ocasión de Suiza, también salió desde el banquillo para tranquilizar al combinado helvético. Breel Embolo, suplente con Murat Yakin, recuperó la confianza que tanto necesitaba después de dos años sin jugar con su selección. Exactamente, desde el último partido que disputó Suiza en el Mundial de Catar. Desde entonces, estaba inédito con Suiza.

Sin embargo, su aparición frente a Hungría dejó una de las imágenes de la jornada. Pisó el césped en el minuto 74 para sustituir a Ruben Vargas cuando su equipo apenas ganaba 1-2.  Con un muslo tocado por una sobrecarga, lucía una venda comprensiva que se le cayó justo cuando marcó en el minuto 93 el tanto de la tranquilidad para Suiza. En plena carrera, perdió la protección y, aún así, se las arregló para hacer una vaselina a Peter Gulacsi que sentenció el choque.

Más importante fue la aparición del delantero de los Países Bajos Wout Weghorst. Ronald Koeman no confió en el atacante del Hoffenheim y apostó por Memphis Depay para encabezar la responsabilidad anotadora frente a Polonia. La fórmula no funcionó y en el minuto 81, con 1-1 en el marcador, Memphis de fue del terreno de juego y entró Weghorst. Fue la mejor decisión de Koeman posible.

Y es que, Weghorst apenas tardó un par de minutos en dar la victoria a su selección. Con un remate muy plástico, aprovechó un servicio de Nathan Aké para batir a Polonia cuando más sufría su equipo. Sin duda, fue el héroe del equipo de Ronald Koeman, que después no dudo en halagar a su jugador: "Su gol es una de sus cualidades. Es verdad que se sintió decepcionado cuando le dije que no iba a ser titular, pero se quedó en eso. Es fantástico que Wout haya conseguido la victoria", dijo.

Pero Weghorst no fue el único suplente que consiguió un tanto decisivo. Aún más apurado fue el de Francisco Conceiçao para Portugal, atascada para romper el muro que plantó la República Checa en Lepizig. Hasta su entrada en el terreno de juego, en el minuto 90 por Vitinha, el único jugador que pudo batir al portero Jindrich Stanek fue su propio compañero Robin Hranac, que se marcó un tanto en propia meta que dio el empate al conjunto luso.

Hasta la aparición de Conceiçao, Portugal sólo podía celebrar un punto rácano y poco vistoso para una selección que quiere aspirar a ganar la Eurocopa. Entonces, 111 segundos después de pisar el césped, se encontró con una pelota centrada por Neto al corazón del área. No dudó ni un momento y la remató con fuerza a la red para desatar la euforia de un grupo al que ya no se le escapó la victoria.

Y tampoco anduvo nada mal en su celebración el turco Muhammed Akturkoglu. El héroe de su equipo fue Arda Güler con el golazo que desatascó a Turquía frente a Georgia, pero el delantero del Galatasaray también tuvo su reconocimiento. Como el resto de protagonistas, también disfrutó de pocos minutos que no desaprovechó.

En su caso, entró en el césped por Kenan Yildiz en el 85. No mucho después, en el 97, cuando Georgia intentaba por todos los medios empatar en un córner que subió a rematar Mamardashvili, agarró la pelota, se dio una carrera sin oposición hasta el área contraria y marcó fácil sin la presencia del portero del Valencia. El suyo fue el tanto más sencillo, pero bastante valioso porque dio la tranquilidad a Turquía.

Al final, una suplencia, aunque al principio es sinónimo de decepción para un jugador, también puede servir para conseguir una explosión de felicidad reivindicativa. Y si no, que se lo digan a Conceiçao, Werghorst, Embolo, Emre Can y Aktukoglu, nombres destinados a la intrascendencia pero que aprovecharon sus minutos para ser claves para selecciones como Portugal, Países Bajos, Suiza, Alemania y Turquía. EFE

jjl/jpd

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