Bardella pide mayoría absoluta y Attal le ataca por los vaivenes de su programa

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París, 18 jun (EFE).- La disputa entre el favorito para las elecciones legislativas adelantadas, el ultraderechista Agrupación Nacional (RN), y el Gobierno francés se intensificó este martes con el primero pidiendo una mayoría absoluta para gobernar sin barreras y el Ejecutivo criticando que dé marcha atrás en medidas clave.

"Necesito una mayoría absoluta para gobernar", señaló el presidente del RN y aspirante a la jefatura del Gobierno, Jordan Bardella, en varias entrevistas con distintos medios divulgadas hoy.

Según el dirigente ultraderechista, una victoria por mayoría relativa -lo que predicen ahora las encuestas- le dejaría en una "situación de bloqueo" en la que "no podría cambiar las cosas"."

Bardella, delfín de la histórica dirigente Marine Le Pen, avanzó algunos de los elementos del programa que pondrían en marcha primero en caso de victoria electoral, especialmente la rebaja del IVA (del tipo actual del 20 % a otro reducido del 5,5 %) para los carburantes, la electricidad y el gas.

Esa misma rebaja para los alimentos de primera necesidad, incluidos los alimentos ha quedado aparcada al otoño.

En cuanto a la derogación de la discutida reforma de las pensiones del año pasado, señaló que quedaría también para el otoño, pero también con un alcance menor.

Ahora ya no se trata de dar marcha atrás en la subida de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, sino de que "quienes comenzaron a trabajar antes de los 20 años" puedan retirarse a la edad legal de 60 años, señaló a Le Parisien.

Bardella asegura que su programa económico es "extremadamente realista", y que puede financiar esas medidas sin aumentar la deuda a través de la lucha contra el fraude fiscal y de los servicios sociales, o con una menor contribución de Francia a la Unión Europea.

El primer ministro Gabriel Attal, le replicó inmediatamente después, asegurando que "cuando se trata de Jordan Bardella, cada vez hay menos programa y más condiciones".

"Ha dicho durante un año que lo primero que harían sería derogar la reforma de las pensiones. Ahora no. Que iban a bajar el IVA de los productos de primera necesidad. Ahora ya no", incidió Attal en una entrevista en FranceInfo.

También alertó de que, si se suma el coste de las medidas del RN, el total asciende a un mínimo de 150.000 millones de euros y que su financiación no está clara.

 "La realidad es que cuando se les pregunta cómo van a financiar su programa, son incapaces de responder, porque no quieren decir que sería aumentando impuestos", insistió Attal.

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, advirtió por su parte de que si el RN o la coalición de izquierdas habrá "una crisis de la deuda" pública, ya que sus programas incluyen un fuerte aumento del gasto sin compensación vía ingresos.

Ello conduciría a que Francia estaría "bajo tutela" desde la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, previno Le Maire en unas declaraciones en Le Monde.

Mientras tanto, el Nuevo Frente Popular que agrupa a la izquierda y los ecologistas volvió a mostrar hoy otro foco de disensión, en este caso sobre la forma en que designaría a un hipotético primer ministro.

El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, consideró que esa decisión debería tomarse a través de "una votación" de todos los diputados de esa alianza, que agrupa al PS, el Partido Comunista, los Ecologistas y La Francia Insumisa (LFI).

Sin embargo, varios dirigentes de LFI, una formación más a la izquierda que las otras, respondieron que el jefe del Gobierno debería ser nombrado por el partido con más diputados entre esos cuatro.

LFI, consciente de que su radicalidad aleja a algunos votantes moderados, intenta aparcar el debate hasta después de la segunda vuelta, el 7 de julio.

Sin embargo, los demás partidos de la coalición creen que en esa segunda vuelta muchas circunscripciones se decidirán entre un candidato de RN frente a otro de la coalición de izquierdas, por lo que el nombre del aspirante a primer ministro podría pesar en el destino del voto de muchos electores de otros candidatos de centro o de derecha eliminados en la primera vuelta del 30 de junio. EFE

rcf/ad

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