Manaos (Brasil), 13 jun (EFE).- Proteger la Amazonía es sinónimo de proteger el planeta. Con este mensaje se cerró este jueves la Semana de la Sostenibilidad de BID Invest, celebrada en Manaos (Brasil), un evento destinado a fomentar inversiones sostenibles en América Latina y el Caribe, protegiendo áreas vitales como el ‘pulmón del mundo’.
En un momento crucial en el que los expertos alertan del “punto de inflexión ecológico irreversible” en el que la Amazonía “está perdiendo su capacidad de recuperarse” de los efectos del cambio climático, es fundamental que el mundo se movilice para su protección, apuntó en un panel celebrado hoy el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn.
Por eso, añadió, hoy más que nunca se necesita “un enfoque integrado" del "sector público, las comunidades locales, el sector privado, los bancos multilaterales de desarrollo como el BID” para “desarrollar y proteger de manera sostenible la Amazonía para los millones de personas de aquí" y del mundo entero.
En ese sentido, el gerente general de BID Invest, James Scriven, aclaró este jueves en una rueda de prensa que el objetivo del banco “no es venir a dictar lo que necesita la Amazonía”, sino “cocrear lo que puede ser el futuro de la región”.
En opinión de Jaime García Alba, director del programa de Servicios de Asesoría y Financiamiento Mixto de BID Invest, este ha sido un evento “muy importante para la región amazónica” y también para “la sostenibilidad en general”.
Al ser en Manaos, explicó a EFE en una entrevista, se ha potenciado el mensaje de que la Amazonía “no solo es relevante para la gente que vive en ella, sino para todo el planeta” porque, entre otras cosas, “tiene un rol de regular el clima mundial”.
La Amazonía, añadió, “es una región con una riqueza, pero también una vulnerabilidad excepcional”, ya que “tiene la mayor parte de la biodiversidad del planeta y, además, tiene la mayor parte de pueblos no contactados y una riqueza cultural altísima”.
Por ello, el tema fundamental que se ha tratado en la Semana de la Sostenibilidad es el de cómo generar oportunidades económicas para los 50 millones de personas que viven en la región, cómo “estas personas se pueden conectar con mercados globales”.
Hay una multiplicidad de oportunidades, señaló García Alba, en temas por ejemplo de infraestructura, con unas “necesidades de acceso a energía, acceso a agua y saneamiento” que “tiene que abordarlas el sector privado”.
Es tiempo, por tanto, de escalar las inversiones en sostenibilidad, en un momento en el que ya ha quedado demostrado que “la inversión en sostenibilidad es rentable”, incluso desde la perspectiva del riesgo.
“Lo que muchos inversores están viendo es que si no miran aspectos de sostenibilidad, muchas veces las inversiones acaban teniendo problemas de rendimiento y no invertir en sostenibilidad es menos rentable”, concluyó.
Para Silvia Vilas Boas, directora financiera de Natura, una de las empresas de cosméticos más grandes de América Latina, “no existe una elección entre sostenibilidad y rentabilidad”.
“La sostenibilidad está dentro de nuestro modelo de negocio”, dijo durante uno de los debates la directiva de la empresa, que actúa en 50 comunidades y ha creado 100 cadenas de suministro de productos en la región.
Sin embargo, Vilas Boas afirmó que este solo es “el comienzo” porque el potencial de la Amazonía es “enorme”, y dijo que la empresa se está planteando remunerar a las comunidades por los servicios que ofrecen en la protección de la naturaleza.
En general, los participantes en los debates estuvieron de acuerdo en que es necesario escuchar más a las poblaciones locales para diseñar los programas, algo que también reclamó el líder indígena Almir Narayamoga Suruí, presidente del Territorio Paiter Suruí.
“Los pueblos indígenas necesitan estar presentes en la agenda global, no solo para ser consultados, sino en la mesa donde se toman las decisiones”, sostuvo el cacique, entre aplausos de los asistentes.