Los accionistas de Tesla aprobaron este jueves el pago de una compensación económica de alrededor de 50.000 millones de dólares a su consejero delegado, Elon Musk.
Los accionistas del fabricante de automóviles eléctricos también ratificaron en la junta general de accionistas celebrada en Austin la transferencia del registro de la compañía a Texas. Tras el anuncio de los resultados, Musk agradeció a los accionistas su decisión.
Ante decenas de accionistas y empleados de la empresa que asistieron en persona a la junta en la sede de la compañía, Musk declaró con evidentes muestras de satisfacción: “Maldita sea, os amo. Tesla tiene el grupo de accionistas de base más extraordinario”.
La aprobación se produjo, aunque destacados inversores institucionales, como los dos mayores fondos de inversión de Estados Unidos y el fondo soberano de Noruega, habían anunciado que se opondrían a la propuesta.
Precisamente, Musk aprovechó su intervención ante una audiencia compuesta por una inmensa mayoría de leales partidarios para criticar a los inversores institucionales.
Entre risas, sugirió que los responsables de esas firmas viven en un mundo distinto, ya que “residen en Nueva York y probablemente ni conducen automóviles”.
La votación, cuyos resultados detallados no fueron anunciados de forma inmediata por la compañía, revisa la sentencia dictada por un tribunal de Delaware en febrero de este año que invalidó el pago de la multimillonaria compensación a Musk.
El periódico The Wall Street Journal señaló que a pesar del voto favorable, Tesla y Musk necesitarán todavía que el tribunal acepte el pago. La aprobación de los accionistas añade más razones al argumento a favor.
El tribunal de Delaware tomó la decisión al considerar que el Consejo de Administración de Tesla, que aprobó el pago, no era realmente independiente y que los accionistas no recibieron información veraz sobre el acuerdo.
En 2018, los directores de Tesla y Musk llegaron a un acuerdo por el que si la compañía alcanzaba una serie de objetivos, fundamentalmente el aumento de su capitalización de mercado y de sus ingresos a niveles predeterminados, el empresario recibiría opciones sobre las acciones del fabricante de automóviles.
En concreto, el magnate tiene derecho ahora a comprar 20,3 millones de acciones en grupos. Cada grupo tiene establecido un precio especial, lo que supone que si es inferior al valor real de las acciones en el momento de ejecutar la opción, el empresario conseguirá grandes beneficios.
Como el valor final de la compensación depende del valor de las acciones de la compañía en el momento en que el dueño de X quiera convertirlas en dinero, la compensación ha fluctuado entre 56.000 y 45.000 millones de dólares.
El traspaso del registro de Tesla de Delaware, estado que tradicionalmente es elegido por la inmensa de las grandes compañías que se crean en el país, a Texas es también importante para el también CEO de SpaceX.
Delaware tiene un sistema judicial específico, denominado “Court of Chancery”, para tratar demandas corporativas. En Texas, ese sistema separado no existe, por lo que el control a las actividades de las corporaciones y sus ejecutivos no es tan exhaustivo.
(EFE)