Manaos (Brasil), 12 jun (EFE).- Un proyecto para llevar sistemas de alcantarillado a una de las zonas más deprimidas de Manaos y otro para aumentar la capacidad de producción de una planta de baterías que da trabajo a más de medio millar de personas son algunos de los ejemplos de la importancia de que aumenten las inversiones en la Amazonía para el desarrollo de la región y para evitar la deforestación.
Invertir en proyectos sostenibles que ofrezcan un sustento a los 50 millones de habitantes de la Amazonía, una de las regiones de Latinoamérica con menor desarrollo social, es clave para frenar la deforestación de una zona duramente afectada por los efectos de la crisis climática y de la acción humana.
Manaos, la mayor ciudad de la Amazonía, aspira a estar en la vanguardia de las soluciones sustentables que buscan encontrar un equilibrio entre las oportunidades económicas que necesitan sus más de dos millones de habitantes y el respeto a la naturaleza que la rodea.
Organizada por BID Invest, en la urbe se está celebrando esta semana la Semana de la Sostenibilidad, en la que el brazo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está enviando un mensaje de urgencia: es necesario aumentar y escalar las inversiones sostenibles en la región.
Uno de los proyectos está en el barrio de Beco Nonato, donde un centenar de familias vive en casas de madera que se alzan sobre un río (conocidas como palafitos), carecía hasta hace poco de un red de alcantarillado.
A falta de infraestructura, los habitantes de los palafitos tiraban los residuos en el mismo río, lo que agravaba el problema de las inundaciones en la temporada de lluvias, además de provocar un intenso hedor.
“No se aguantaba, durante las comidas era horrible. Teníamos vergüenza de recibir a las personas en casa…”, explica a EFE Gisele Dantas, de 44 años y una de las líderes de la comunidad.
Tras años de desatención, el barrio fue incluido en los planes de ampliación de la red de alcantarillado de la empresa Aguas de Manaus, que pretende conseguir la universalización del saneamiento básico de aquí a 2033 con el apoyo de BID Invest.
El banco planea invertir 750 millones de reales (unos 138 millones de dólares) de un total de cerca de 3.000 millones que necesita Aguas de Manaus, y ayudar a conseguir el apoyo de otras entidades financieras.
“El primer objetivo es llegar a los 1,8 millones de personas que no tienen alcantarillado en la ciudad”, explica Juan Parodi, oficial líder de Inversiones y jefe de la Iniciativa de Amazonas de BID Invest.
En Manaos se ubica otra de las empresas que está en proceso de aprobar un acuerdo de financiación con BID Invest, UCB Power, compañía que cuenta con 600 empleados, la mayoría en la Amazonía.
Con el préstamo de unos 170 millones de reales (32 millones de dólares) que obtendrán para la expansión de su negocio, cuenta a EFE Antonio Maldonado, vicepresidente de operaciones de la compañía, esperan poder aumentar la plantilla en un 30 %.
“Nuestro objetivo es que el futuro de la gente sea mejor y aquí brindamos beneficios como un seguro médico, que no son solo para el empleado, sino para toda la familia (…) y el beneficio se extiende a las personas de la región amazónica”, explica a EFE en un recorrido por la fábrica de baterías.
Este tipo de inversiones son especialmente atractivas para BID Invest, explica Parodi, porque el impacto se observa desde varias áreas, ya que no solo se crean puestos de trabajo, sino que se logra desarrollar un sector, el de las energías limpias, con su consecuente impacto positivo global en la reducción del CO2.
Un ejemplo similar es el proyecto entre BID Invest y DFC, que coinvirtieron 23 millones de dólares en capital en la plataforma de micromovilidad Tembici, para apoyar la expansión de los servicios de bicicletas compartidas en Argentina, Brasil, Chile y Colombia.
Se espera que la planta de ensamblaje, ubicada en Manaos, produzca más de 50.000 bicicletas nuevas entre 2023 y 2029.