Quito, 12 jun (EFE).- El Gobierno de Ecuador no buscará "desesperadamente" los 92 votos que se requieren en la Asamblea Nacional (Parlamento) para desaforar a la vicepresidenta Verónica Abad, a la que la Fiscalía pretende procesar penalmente dentro del caso de presunta corrupción en el que está inmerso su hijo Sebastián Barreiro, según manifestó este miércoles el viceministro de Gobierno, Esteban Torres.
Torres declaró en una rueda de prensa que desde el Ejecutivo van a estar atentos a lo que suceda en la Asamblea, después de que la Fiscalía vinculase el lunes a la vicepresidenta del país en el caso a la vicepresidenta dentro del denominado caso 'Nene', bajo cargos que ambos niegan.
El caso surgió tras la denuncia de un funcionario despedido de la Vicepresidencia que apuntó a Barreiro como la persona que presuntamente le habría pedido quedarse con una parte del sueldo a cambio de influir para su contratación laboral, en la que según la Fiscalía también estuvo inmersa presuntamente la propia vicepresidenta.
Dado que Abad goza de un fuero especial, se precisa la autorización de dos tercios de los miembros de la Asamblea, equivalentes a 92 votos de los 137 asientos de la cámara, para poder continuar con el proceso.
“No vamos a buscar desesperadamente los 92 votos”, expresó el viceministro en la rueda de prensa que tuvo lugar en el Ministerio de Gobierno, en Quito.
Torres también manifestó que debe ser una jueza de la Corte Nacional la que resuelva lo que la Fiscalía le ha pedido y la que solicite la autorización a la Asamblea Nacional para que sea incluida dentro del proceso.
El viceministro remarcó que, si se revisa la historia, la Asamblea siempre ha optado por "hacer que el proceso jurídico continúe", ya sea con una autorización expresa o con una autorización tácita al negarse a tratar el tema.
Dos semanas atrás, Torres aseguró que sería "nefasto" que la vicepresidenta, Verónica Abad, asuma temporalmente la Presidencia si el jefe de Estado, Daniel Noboa, cuya relación con ella está actualmente rota, le delegara el poder mientras busca su reelección como candidato en las elecciones de 2025.
En ese sentido, el viceministro expresó que todavía no se ha considerado si otra persona podría sustituir a Abad en esta función, a la vez que declaró que "lo que establece la Constitución es claro" y que, en el caso hipotético de que ella no asumiese la Presidencia, "tiene que ser alguien con rango de ministro quien lo haga".
El distanciamiento entre Noboa y Abad, que comenzó a sentirse en la campaña a la segunda vuelta presidencial en octubre pasado, se evidenció nada más iniciar el Gobierno, cuando Noboa la envió como embajadora a Israel con la misión de mediar para la paz entre en el conflicto en Gaza.
Abad, que actualmente se ha constituido como una de las voces más críticas contra el Gobierno, ha acusado a Noboa de estar al frente de un presunto hostigamiento en su contra para forzarla a renunciar y evitar que sea ella quien deba asumir temporalmente la Presidencia cuando busque él la reelección.