Villa Tunari (Bolivia), 10 jun (EFE).- El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) insistió este lunes ante miles de sus seguidores que está habilitado para ser candidato en las elecciones presidenciales de 2025 y exigió al Gobierno Luis Arce la promulgación de la ley para cesar las funciones de los magistrados de altos tribunales del país.
El encuentro en Villa Tunari, en el Trópico de Cochabamba y principal bastión político de Morales, inicialmente fue convocado como un congreso en el que se debía elegir a una nueva mesa directiva del Movimiento al Socialismo (MAS).
Sin embargo, el evento se convirtió en un acto de proclamación de la candidatura de Morales para los comicios presidenciales de 2025 ante la negativa del organismo electoral de supervisar el encuentros por supuestos incumplimientos de los requisitos.
"Hemos cumplido con las normas, solo por decisión política no aceptan que hagamos un congreso", dijo.
El también líder del MAS cuestionó que algunos ministros y el procurador general del Estado, César Siles, hayan afirmado que no está habilitado constitucionalmente para ser candidato y consideró eso como un acto de "usurpación" de funciones.
"Hasta ahora estamos habilitados como candidatos a presidente", dijo Morales en su discurso.
A finales del año pasado, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) dictó un fallo que señala que la reelección indefinida "no es un derecho humano" y que en Bolivia solo se aplica por una única vez de forma continua o discontinua.
Esto afecta la pretensión de Morales de presentarse en los comicios de 2025, puesto que ya fue presidente en tres ocasiones.
Asimismo, antes de esa determinación el TCP amplió su mandato y el de los magistrados de otras altas cortes del país debido a la postergación de elecciones judiciales que debían hacerse en 2023, bajo el argumento de "evitar un vacío" de poder.
Esto causó que grupos afines a Morales que a principios de este año realizaran fuertes bloqueos de caminos de 16 días que se levantaron tras un acuerdo multipartidario que derivó en una nueva convocatoria a las elecciones judiciales en febrero, un proceso que está estancado en el Parlamento.
Uno de esos acuerdos establecía la aprobación de una ley para cesar a los magistrados que prorrogaron su mandato, la misma que no se autorizó sino hasta que la pasada semana se realizó una polémica sesión del Legislativo convocada por el senador Andrónico Rodríguez.
Rodríguez instaló la sesión y aprobó la ley 075 'antiprórroga' en ausencia del presidente nato de la Asamblea Legislativa y vicepresidente del país, David Choquehuanca, quien asumió como presidente en funciones debido a que Arce estaba de viaje fuera del país.
El fin de semana, Choquehuanca pidió por escrito que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la legalidad de esa sesión, por lo que el Ejecutivo no puede promulgar la ley 075 hasta que se tenga una posición de aquella instancia.
Esta jornada, Morales le exigió a Choquehuanca que "retire la carta" y que Arce "promulgue la ley", ya que de lo contrario "el pueblo en las calles y en los caminos va a hacer promulgar esa ley".
El exmandatario también pidió a los militantes del MAS marcar "cuál sería el camino para hacer respetar al MAS" y evitar que se inhabilite su candidatura.
En el MAS existe una tensión interna entre los 'evistas' que siguen a Morales y el bloque 'arcista' del presidente Luis Arce, que pugnan por la legitimidad de convocar a un congreso que elija una nueva directiva del partido.
Las diferencias entre ambos bandos se agudizó el año pasado, cuando en un congreso los seguidores de Morales lo reeligieron en la directiva del MAS y lo proclamaron candidato único para las elecciones de 2025.
Arce ni Choquehucana asistieron a ese encuentro al considerar que las organizaciones sociales que pertenecen al MAS no estaban debidamente representadas.
La autoridad electoral pidió al MAS que realice un nuevo congreso partidario en consenso, lo que hasta ahora no ha ocurrido.
Villa Tunari, 10 jun (EFE).- Miles de seguidores del expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) asisten este lunes al congreso que convocó el bloque que le apoya del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
El objetivo de esta convocatoria, que no contará con la supervisión del organismo electoral, es la elección de una nueva directiva del MAS, partido en el gobierno de Bolivia pero con un presidente, Luis Arce, enfrentado a Evo Morales.
Desde la madrugada llegaron hasta el estadio de la localidad de Villa Tunari, en el Trópico de Cochabamba, principal bastión político y sindical de Morales, las delegaciones de organizaciones sociales de diferentes partes del país.
Muchos grupos ingresaron bailando, al son de ritmos autóctonos con instrumentos de viento andinos y ondeando whiphalas, banderas multicolor que representa la variedad de comunidades indígenas de las tierras altas de Bolivia.
"Aquí están las verdaderas organizaciones sociales que no se han prevendalizado (vendido) y que están con su pueblo. Hoy va a ser un día histórico para todo el país, porque vamos a sacar conclusiones muy importantes", declaró a los medios locales el dirigente campesino Ramiro Cucho.
El anuncio de la realización del congreso fue hecho la pasada semana Evo Morales, como presidente del MAS, mientras que su partido presentó algunos recursos legales para que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) acompañe la reunión.
Morales también dijo que se invitó al presidente Luis Arce, al vicepresidente David Choquehuanca y a los ministros, pero en la víspera la titular de la Presidencia, María Nela Prada, dijo que al Ejecutivo no llegó ninguna invitación para asistir al congreso.
El vocal electoral Tahuichi Tahuichi Quispe descartó la presencia del TSE en el encuentro en Villa Tunari porque "no se cumplieron" con los requisitos necesarios y el estatuto del MAS.
Morales, en su programa radiofónico de este domingo, defendió que la Dirección Nacional del MAS "cumplió" con todos los requerimientos de la autoridad electoral, pero cuestionó que se les obligue a reconocer a los dirigentes de las organizaciones sociales que son afines al Gobierno de Luis Arce.
Al ingresar al estadio, el diputado del MAS Daniel Rojas lamentó que el TSE se haya hecho "de la vista gorda" al no asistir como veedor a esta reunión y señaló que más adelante los vocales del organismo electoral "van a tener que responder por esto".
La facción 'evista' del expresidente Evo Morales y la 'arcista' que respalda al mandatario Luis Arce, ambas del MAS, están enfrentadas y reclaman su derecho a ocupar la directiva del partido que lidera Morales desde hace 25 años.
A principios de mayo, las organizaciones 'arcistas' efectuaron un congreso en El Alto, ciudad vecina de La Paz, al que no asistió Morales y que designó al dirigente Grover García como nuevo presidente del MAS.
Sin embargo, la autoridad electoral "rechazó" es cónclave, en el que participó como veedor después de una orden judicial, al considerar que no cumplió con los requisitos y el estatuto del MAS, además recomendó que ambos sectores organicen un encuentro en consenso, lo que hasta ahora no ha pasado.
Arce y Morales están alejados desde 2021, y el año pasado sus diferencias se profundizaron por un congreso nacional del partido en el que, en ausencia del presidente y de sus sectores leales, Evo Morales fue ratificado como líder del MAS y elegido "candidato único" para las elecciones presidenciales de 2025.
Arce y el vicepresidente David Choquehuanca no estuvieron en ese encuentro de 2023 al considerar que las organizaciones sociales, base del partido, no estaban representadas como se debía.
Las tensiones aumentaron después de que el TSE decidiera anular el congreso celebrado en la población de Lacuca Ñ e instruir que se convocara a uno nuevo consensuado.EFE
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