Los nacionalistas flamencos resisten y evitan el triunfo de la ultraderecha en Bélgica

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Bruselas, 9 jun (EFE).- El partido nacionalista flamenco N-VA ganó este domingo las elecciones federales belgas, con el 17,4 % de los votos, seguido por el ultraderechista Vlaams Belang (14,4 %), que los sondeos daban como favorito, mientras que el actual primer ministro, el liberal Alexander De Croo, dimitió por los malos resultados de su partido Open Vld (5,6 %).

En tercer puesto quedaron la izquierda francófona y flamenca (PTB-PVDA) y los liberales francófonos (MR), con el 9,6 % de los votos.

Les siguieron los socialistas flamencos (Vooruit) con el 8,4 % y los cristianodemócratas flamencos (8,3 %), los socialistas francófonos que registraron una caída hasta el 7,3 % y los cristianodemócratas francófonos Les Engagés, que subieron hasta el 6,5 %.

El partido Open Vld obtuvo uno de los peores resultados (5,6 %), seguido de los verdes flamencos GROEN (4,7 %) y los verdes francófonos Ecolo (2,8 %).

El líder de la N-VA, Bart De Wever, subrayó satisfecho tras conocer los resultados que Flandes "ha elegido la autonomía más que nunca" y que "los flamencos han optado por salvaguardar su prosperidad, una política que premia a quienes trabajan, ahorran y emprenden".

Añadió que "con estas opciones que habrá que tener en cuenta, Flandes está pasando página de la política de Vivaldi", en referencia a la actual coalición que gobierna a nivel federal en Bélgica, formada por siete partidos, incluidos los liberales de Flandes y Valonia, los socialistas y ecologistas también de ambas regiones y los democristianos flamencos.

De Wever llevaba meses marcando distancias con el Vlaams Belang, el partido separatista y antiinmigración dirigido por Tom Van Grieken que ya en las elecciones de 2019 se situó como el segundo más votado a nivel federal.

De hecho, últimamente había incidido mucho en la idea de profundizar en el confederalismo en Bélgica, frente a las llamamientos en favor de una Flandes independiente por parte del Vlaams Belang.

Por su parte, el líder de esa formación de ultraderecha, Tom Van Grieken, opinó este domingo que "Flandes quiere una política más de derechas y más flamenca".

"Querido Bart, no dejes pasar esta oportunidad", añadió, dirigiéndose al líder del N-VA.

El actual primer ministro anunció por su parte su intención de dimitir el lunes tras los malos resultados cosechados.

"Para nosotros es una noche particularmente difícil, hemos perdido (...) No era el resultado que me esperaba y no eludiré mis responsabilidades. A partir de mañana dimitiré de mi cargo de primer ministro", indicó De Croo, que se comprometió a ayudar a su sucesor en la transición.

Tras la cita electoral de este domingo, y teniendo en cuenta los antecedentes de otras elecciones, se abre la incógnita de qué partidos gobernarán a nivel federal y regional.

En las elecciones de 2019, las negociaciones para formar Gobierno se prolongaron durante 493 días y quedó fuera del gobierno federal de coalición el partido más votado, también el de los nacionalistas flamencos del N-VA.

Tras los resultados obtenidos este domingo y a la luz de las primeras palabras de su líder, Bart De Wever, no parece que en esta ocasión esa formación esté dispuesta a quedar al margen del Ejecutivo federal.

Por otra parte, los buenos resultados cosechados en Bruselas y Valonia por el partido liberal francófono MR, que ha superado en votos al Partido Socialista, tradicional ganador en esas regiones, ponen el foco en esa formación a la hora de pensar en posibles coaliciones.

El presidente del MR, Georges-Louis Bouchez, valoró el "momento histórico" y subrayó que el deber del partido es "poner en marcha nuestro programa y crear coaliciones que permitan llevar a cabo las reformas que los valones y bruselenses esperan". EFE

mb/cat/chg

(foto)

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