En torno a 360 millones de europeos están llamados a las urnas para elegir la composición del Parlamento Europeo en su próxima legislatura, de julio de este año a julio de 2029, durante la cual contará con 720 eurodiputados de todos los países de la Unión Europea, incluidos 61 escaños para España. Es la única institución europea que se elige por sufragio directo aunque, cuando acudan a votar, los europeos no encontrarán papeletas con listas transnacionales sino que deberán elegir entre los candidatos nacionales que, en cada Estado miembro, aspiran a obtener representación en la nueva composición de la Eurocámara. Aunque la mayoría de Estados miembro celebran las elecciones en un único día, este domingo 9, algunos han adelantado su cita con las urnas, el primero de ellos Países Bajos con la jornada electoral el jueves 6 de junio. También habrán cerrado sus colegios electorales cuando llegue el domingo Irlanda, Letonia, Malta y Eslovaquia, mientras que el resto de países, entre ellos España, votarán el último día de la semana. No en vano se trata de 27 elecciones nacionales, sin una ley europea electoral que ofrezca un marco común, aunque sí se esperará al cierre de los últimos colegios electorales, los de Italia a las 23:00 horas, para publicar los primeros resultados oficiales en cada Estado miembro. Antes, sólo se conocerán estimaciones y encuestas a pie de urna en función de cada país. Una vez se cuente con los resultados oficiales, que cada autoridad nacional trasladará a la Eurocámara, los partidos nacionales iniciarán las negociaciones para encontrar acomodo en los grupos europeos con los que compartan ideología. Cada grupo debe contar con al menos 23 eurodiputados y representar a al menos una cuarta parte de los 27 Estados miembro y, aunque pueden constituirse --o disolverse-- en cualquier momento de la legislatura, los que quieran ser tenidos en cuenta en el reparto de comisiones y otras decisiones del arranque de mandato deberán estar constituidos cuando dé comienzo esta décima legislatura el próximo 16 de julio. Se trata de un proceso que para algunas familias políticas se queda en un mero trámite, como el tradicional encaje del Partido Popular en el Partido Popular Europeo (PPE) o el del PSOE con los Socialistas y Demócratas (S&D); pero que en otros casos lleva a negociaciones complejas, vetos o a la creación de grupos alternativos. Es el caso de la extrema derecha que no ha logrado hasta ahora cohabitar en un único grupo y sus eurodiputados se han repartido durante la legislatura que acaba entre los Conservadores y Reformistas (ECR) e Identidad y Democracia (ID). En todo caso, la primera sesión plenaria tendrá lugar el próximo julio en Estrasburgo (Francia) cuando se constituya la nueva Eurocámara y se someta a su voto la elección del presidente de la institución, sus 14 vicepresidentes y los cuestores.