El escritor Richard Ford, quien publica el cierre a su saga de Frank Bascombe con 'Sé mía' (Anagrama), ha lamentado la actual situación de "declive" de Estados Unidos y espera que la sociedad americana se "dé cuenta" de que está "harta" de personas como el candidato presidencial Donald Trump. "Es necesario que suceda algo que unifique para cambiar esta situación y, desgraciadamente, lo que suele unificar es el estallido de violencia de algún tipo de violencia: bien una guerra internacional o bien una guerra civil. Claro, que lo mejor sería que nos diéramos cuenta todos de que estamos hartos de Donald Trump", ha explicado en un encuentro con la prensa en Madrid. Para Ford, a esa situación de declive se ha llegado por distintos motivos, como pueden ser la "incapacidad" del Gobierno para responder a las necesidades de la gente pobre, la falta de confianza en las instituciones o "el carácter" de los últimos líderes políticos, que "no es bueno". "Pero eso no significa que esto se haya acabado. Es decir, mientras las instituciones públicas puedan sobrevivir, mientras podamos seguir votando y mientras podamos expresar nuestro malestar sin ser castigados, mantengo mi optimismo", ha remarcado. Pese a entender que esa caída tiene similitudes con "una depresión" -"aunque mucha gente no vea esto con buenos ojos", ha matizado-, Ford todavía confía en que lo que venga en los próximos años para Estados Unidos "no tiene por qué ser malo". "Si cambiamos la palabra declive por las de flujo productivo, pues igual lo que viene después no es malo", ha remarcado. A lo largo de estos años, la saga de Bascombe ha reflejado distintos cambios en Estados Unidos que acompañaban a sus personajes. Al llegar a día de hoy, Ford reconoce que hay una nueva alerta que le preocupa: "el ambiente de censura" que ha detectado en el campo artístico. "Mis estudiantes tienen el temor de que, al ser por ejemplo un hombre blanco, si alguno de ellos escribe sobre cosas que no son como homosexuales, personajes femeninos o de otra raza, pueden ser castigados por ello. Creo que tenemos que cruzar todas esas barreras culturales y ser capaces de escribir y hablar de todo aquello que podamos imaginar", ha lamentado. Así, el autor estadounidense ha explicado que se está generando "una burbuja" en la que la censura es interna, cuando en otros tiempos solo había una forma de censura "externa y violenta". "Cuando era joven tuve la suerte de escribir con un solo objetivo: el de estar seguro de ofender a las personas adecuadas", ha ironizado. UN "ESCÉPTICO" CONVENCIDO A sus 80 años, Ford se ha autodefinido como una persona "por naturaleza escéptica" que no cree "nunca en nada" de lo que le diga alguien. "El escepticismo puede ser útil, pero no siempre, y yo lo soy demasiado a menudo con algo que fomenta un poco ese hábito hacia lo negativo", ha reconocido. También ha cerrado la puerta a una nueva entrega de su saga más famosa, comentando con humor que no le resulta ya atractivo novelar sobre las personas mayores. "Cuando tenía 40 años menos, pensaba que la gente mayor era aburrida y que a quién le importaba lo que hicieran, porque estaban a punto de palmarla. Ahora que soy mayor sigo pensando lo mismo, lo siento, y como soy mayor, tengo todo el derecho a decirlo", ha concluido.