Berlín, 5 jun (EFE).- Yulia Naválnaya, la viuda del líder opositor ruso Alexéi Navalni, fallecido en febrero en extrañas circunstancias en una prisión ártica, prometió hoy seguir luchando contra la propaganda rusa y a favor de la libertad de expresión en su país, y pidió a los políticos occidentales que hablen sin miedo para frenar al presidente de Rusia, Vladímir Putin.
"Los dictadores consideran la libertad de expresión como una debilidad; la perciben como una libertad para difundir desinformación, como una libertad para mentir", dijo Naválnaya al recibir el Premio a la Libertad de Expresión de Deutsche Welle por su lucha contra la censura y la intimidación junto al ilegalizado Fondo de Lucha contra la Corrupción, fundado por Navalni hace 13 años.
A Putin, dijo, no le cuesta casi nada contratar a quienes están dispuestos a mentir por dinero.
"Tristemente, incluso aquí en Europa, esto está ocurriendo ahora mismo delante de nuestros ojos, en relación con las elecciones al Parlamento Europeo y la guerra de Putin contra Ucrania", recalcó.
Naválnaya señaló que todos los días el mandatario ruso alega "factores históricos" para justificar sus ideas imperialistas, y todos los días "supuestos expertos y políticos que pretenden ser independientes abusan de la libertad de expresión para repetir como loros las narrativas del Kremlin".
Asimismo, Naválnaya, que estuvo acompañada por Ivan Zhdanov, uno de los colaboradores más cercanos de Navalni y quien dirigió el día a día del Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), recordó el pasado de Putin en el KGB ruso, por lo que "la desinformación, la mentira, el engaño y las provocaciones fueron los cimientos de su poder.
"Él comprende la importancia de la batalla en el campo de la información y la trascendencia de imponer su propia agenda", indicó. "Y en repetidas ocasiones consigue precisamente eso", añadió.
Desde el poder, Putin "ha destrozado las elecciones" en Rusia, dijo en referencia a unos comicios libres y competitivos, ha prohibido las protestas, ha suprimido los medios de comunicación independientes y ha intentado silenciar a cualquiera que dijera lo que no le gustaba", señaló.
"Pero ha fracasado. Sí, mató a mi marido, Alexéi Navalni, pero no lo silenció ni a él ni a sus ideas", enfatizó.
Recordó que Navalni demostró a través de su trabajo a lo largo de su vida lo poderoso que es la verdad como arma, pues "no tenía miedo a hablar en los tribunales, en la cárcel, arriesgando todo y creyendo que las palabras sinceras vencerán cualquier mentira".
Navalni, dijo, demostró que cómo la palabra sincera saca a la calle a cientos de miles de personas en un país donde parecía que no quedaba espacio para la política independiente.
Demostrar "cómo la verdad hace temblar de miedo incluso a un dictador todopoderoso es una de las lecciones más importantes que debemos aprender", indicó Naválnaya.
"No debemos temer ni decir la verdad. No debemos temer hacer de la verdad nuestra arma contra la propaganda y la mentira.
Por ello alabó al ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, quien le entregó el premio y quien "cada semana recuerda la guerra" rusa en Ucrania.
"Si todos los políticos occidentales se comportaran de forma similar, si todo el mundo no rehuyera decir la verdad incluso cuando es incómodo a veces, no habría guerra ni ningún Putin", subrayó.
Naválnaya puso en valor del FBK, la organización que destapó casos de corrupción en las altas esferas del Kremlin y la élite rusa en general, y prometió que juntos seguirán su lucha.
"Creemos que la libertad de expresión prevalecerá sobre el veneno de la propaganda", concluyó.