Kuwait tiene nuevo príncipe heredero en momentos de tensión política y promesas de reforma

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El Cairo, 2 jun (EFE).- El emir de Kuwait, Mishal al Ahmad al Sabah, nombró como príncipe heredero al jeque Sabah Jaled, un destacado miembro de la familia gobernante, quien juró este domingo la nueva posición, en un momento de gran tensión política y promesas de reforma en el pequeño y rico Estado del golfo.

Según la agencia de noticias oficial kuwaití, KUNA, el príncipe heredero, primo del actual emir, también fue nombrado "viceemir" a través de un decreto real, un cargo que le permite asumir las responsabilidades del mandatario durante su ausencia o presencia fuera del país.

"De conformidad con la Constitución (...) y tras la aprobación por el Consejo de Ministros, decretamos el nombramiento del jeque Sabah Jaled Al Hamad al Sabah como príncipe heredero", dijo un decreto del octogenario emir, difundido por KUNA.

Sabah Jaled, de 71 años y licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad de Kuwait (1977), ha servido como agregado diplomático en el Ministerio de Exteriores hasta 1983 antes de ser nombrado embajador en Arabia Saudí y delegado ante la Organización de la Cooperación Islámica (OCI) hasta 1998.

Ese año fue nombrado presidente de la Guardia Nacional, con rango de ministro, cargó que mantuvo durante ocho años, antes de asumir las carteras de Asuntos Sociales (2006), Información (2008) y Exteriores (2011).

En 2019 fue nombrado primer ministro por el entonces emir, Nawaf, a quien presentó la dimisión de su Gabinete a mediados de 2022 en medio de una nueva confrontación y acusaciones mutuas de corrupción y nepotismo entre el Gobierno y la Asamblea Nacional (Parlamento).

Su nombramiento como príncipe heredero se produce menos de un mes después de que el emir disolviera el Parlamento y suspendiera algunas clausulas de la Carta Magna por un "periodo no superior a cuatro años", una decisión que justificó en su deseo de proteger "los intereses superiores de Kuwait".

Esa decisión del emir, quien prometió no obstante impulsar reformas en el pequeño país del golfo en una "nueva fase de duro trabajo", marcó el clímax de un nuevo capítulo de tensiones políticas entre el Legislativo, dominado por la oposición islamista, y el Ejecutivo de Kuwait, por acusaciones de corrupción e intromisión.

Esa confrontación ha provocado durante años una constante inestabilidad política en Kuwait, y durante el Gobierno del ex emir, Nawaf al Ahmad al Sabah, fallecido en diciembre pasado, causó el cambio de varios Gobiernos, uno ellos el que presidía el nuevo príncipe heredero.

Con la llegada al poder del emir Mishal, en diciembre pasado, la tensión continuó y llevó a la disolución del Parlamento tras la formación de dos Gobiernos y la celebración de elecciones en el país en el lapso de cuatro meses.

Kuwait no tiene partidos políticos, pero es el único país árabe del golfo Pérsico que cuenta con un Parlamento elegido democráticamente y que tradicionalmente ha ejercido un papel de control sobre el Ejecutivo. EFE

fa/amr/jac

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