Halla Tómasdóttir, una empresaria ética y defensora de la igualdad

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Copenhague, 2 jun (EFE).- Halla Tómasdóttir, una empresaria impulsora de los "beneficios con principios" y crítica con Israel y con el envío de armas a Ucrania, se convertirá en la segunda presidenta de la historia de Islandia tras ganar las elecciones de este sábado.

El papel de la pequeña nación isleña a nivel internacional es "ser un modelo de soluciones sostenibles y ecológicas", defiende Tómasdóttir (Reikiavik, 1968), que aboga por "igualdad para todos y un contrato social basado en la justicia, la paz y la inclusión".

Como inspiración, cita a la primera presidenta de Irlanda, Mary Robinson, elegida con apoyo laborista en 1990 y que impulsó notablemente los derechos de las mujeres.

En el plano internacional, se ha mostrado crítica con la decisión del Gobierno islandés de anunciar un paquete de ayuda a Ucrania del que se espera que se contenga también apoyo militar, ya que según ha dicho no hubo suficiente diálogo con la ciudadanía.

Los valores de Islandia hacen de la isla una "nación pacífica" y, aunque el apoyo a Ucrania se enmarca dentro del derecho internacional, Islandia puede realizar una mayor contribución "eligiendo la paz", ha afirmado.

En cuanto a la situación en Gaza, sostiene que la respuesta de Israel al ataque del 7 de octubre ha superado todos los límites al "matar niños y destruir infraestructura". "Se está violando el derecho internacional y se está cometiendo un genocidio", ha afirmado Tómasdóttir.

Tómasdóttir vivió durante más de una década en Estados Unidos, donde se graduó en administración de empresas por la Universidad Auburn de Alabama y trabajó para corporaciones como Mars y PepsiCo en los años noventa.

A su regreso a Islandia, trabajó para la Universidad de Reikiavik, donde contribuyó a establecer la Escuela de Administración y Recursos Humanos.

Posteriormente, fue directora de la Cámara de Comercio de Islandia, un puesto que abandonó para co-fundar la sociedad de inversiones Audur Capital, con el objetivo declarado de obtener "beneficios con principios" e impulsar "valores femeninos", al invertir en proyectos sostenibles y éticos.

Tras la gran crisis que golpeó duramente el sistema bancario de la isla entre 2008 y 2011, Audur Capital fue una de las pocas empresas del sector financiero que todavía lograron hacer ganancias.

Tómasdóttir adoptó además un papel activo en la Asamblea Nacional que surgió como reacción al colapso bancario para debatir el tipo de sociedad que querían los islandeses en un futuro.

En la actualidad dirige The B Team, una organización fundada por Richard Branson, del grupo Virgin, y por el antiguo CEO de Puma, que funciona a nivel global con el objetivo declarado de guiar una transformación en las prácticas de administración y de negocios de las empresas hacia una sociedad mejor.

En 2016 la empresaria ya concurrió como candidata a las elecciones presidenciales y quedó segunda con un 27,9 % por detrás del popular Gudni Jóhannesson.

Entre las críticas a las que se ha enfrentado la empresaria durante la campaña en esta ocasión, está la de haber vivido tanto tiempo en el extranjero que ha quedado alejada de los debates reales de la sociedad islandesa.

Durante los debates televisados se enfrentó a la acusación de que su lenguaje y su estilo se acercan más al de la directora ejecutiva de una gran empresa que al de una presidenta de Islandia.

A ello, Tomasdóttir ha replicado que los valores que defiende proceden de la nación directamente, en referencia a la Asamblea Nacional tras la crisis financiera y que le corresponde a la presidenta promover los valores de la nación.

La empresaria se convertirá ahora en la séptima presidenta de Islandia y en la segunda mujer en el puesto, por detrás de Vigdís Finbogadóttir, que en 1980 entró en la historia como la primera presidenta electa de un país a nivel mundial.

Casada y con dos hijos, además de su islandés nativo habla inglés, alemán y español.EFE

cph/amg

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