0-0. El Servette logra su octava Copa tras veinticuatro penaltis

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Redacción deportes, 2 jun (EFE).- En una final sin goles, resuelta por el desempate desde los once metros, el Servette logró su octava copa de Suiza tras vencer al Lugano después del lanzamiento de veinticuatro penaltis, doce por equipo, que premió al conjunto de Rene Weiler (9-8).

Fueron las penas máximas las que reanimaron un partido plano y sin goles y devolvieron al Servette al éxito veintitrés años después. El conjunto de Ginebra, que consiguió su última Copa en 2001, descendió hasta la tercera división en 2005. Volvió a la máxima categoría suiza en 2019 y un lustro después, en su vigésima final, logró un nuevo triunfo.

El partido disputado en el estadio Wankdorf de Berna resucitó definitivamente en la tanda de penaltis después de 120 minutos sin ver un gol. Fue una serie incierta, emocionante. Hubo veinticuatro lanzamientos desde los once metros y el Servette ganó por 9-8.

Cada uno ejecutó doce tiros. Uno se tuvo que repetir. Se fallaron cuatro seguidos -dos por equipo-. El Lugano desperdició tres ocasiones para ganar. No consiguió acertar después de que su rival, que ejecutaba primero, errara.

Tuvieron que participar los porteros, Jeremy Frick, del Servette, y Amir Saipi, del Lugano. Y dos futbolistas tiraron dos veces: Yoan Severin que anotó los dos para el Sevette, y Lars Lukas Mai, que marcó el primero pero se equivocó en el segundo, el que dio el triunfo al campeón. EFE

apa/ism

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