UE prioriza la defensa para la próxima legislatura porque la guerra ya no es un fantasma

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Rosa Jiménez

Bruselas, 1 jun (EFE).- Potenciar la industria militar europea será uno de los asuntos prioritarios tras las elecciones europeas del 9 de junio con cada vez más voces pidiendo que la Unión Europea (UE) esté preparada para la guerra, que aunque no ven inminente ha dejado de ser un fantasma del pasado ante amenazas como la invasión rusa de Ucrania o el conflicto en Gaza.

"Puede que la amenaza de guerra no sea inminente, pero no es imposible", aseguró en abril la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La candidata a un segundo mandato cree que la UE debe estar preparada, y eso "empieza por la urgente necesidad de reconstruir, reponer y transformar las fuerzas armadas de los Estados miembros".

Como ha reiterado el alto representante comunitario para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, la UE ha dado pasos cruciales en los últimos años para imponer más coherencia en su acción exterior y convertirse en un proveedor de seguridad mundial.

Principalmente con la llamada Brújula Estratégica, la estrategia de seguridad que ha impulsado para la próxima década y que incluye pasos concretos como la puesta en marcha el año que viene de una capacidad modular de despliegue rápido de 5.000 efectivos.

La corriente en favor de una Europa de la defensa más fuerte también es patente en la calle: según un reciente Eurobarómetro, casi ocho de cada diez europeos están a favor de una política común de seguridad y defensa y más de siete de cada diez quieren que la UE produzca e invierta más en la industria militar.

Pero uno de los principales obstáculos es, por una parte, que la política exterior y defensa depende en realidad de los Estados miembros y de la unanimidad que alcancen para avanzar en decisiones comunes y, por otra, la fragmentación del mercado militar.

Divisiones que el ascenso que se espera de la extrema derecha y euroescépticos en los comicios "exacerbará más", dijo a EFE la experta en Gobernanza, Política Exterior y de Seguridad de la UE de la fundación Bertelsmann, Stefani Weiss.

Von der Leyen ha llegado a insinuar la creación del puesto de comisario europeo de Defensa si repite al frente de la CE, algo que ha criticado el actual comisario de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, quien ya maneja el Fondo Europeo de Defensa (FED).

"Se puede llamar comisario de Defensa, pero no cambia la realidad de que la defensa es un asunto que pertenece a cada Estado miembro", apunta un alto funcionario comunitario, que cree que esa nomenclatura puede crear más "confusión y división institucional".

El FED fue el primer instrumento que emplea el presupuesto de la UE para financiar el desarrollo y la innovación militar europea -que no la compra de armamento, algo que está prohibido en los Tratados-, y cuenta con un presupuesto de 7.953 millones de euros para el período 2021-2027.

No es suficiente para las ambiciones de la UE si quiere convertirse en un proveedor global de seguridad, y más si debe mantener el apoyo a Ucrania en una guerra con Rusia que ya dura más de dos años y reponer, al mismo tiempo, los arsenales que ha ido vaciando en ese cometido.

En marzo la Comisión presentó dos nuevos instrumentos: una Estrategia Industrial Europea de Defensa (EDIS) y un Programa Europeo Industrial de Defensa (EDIP) que movilizará 1.500 millones de euros del presupuesto de la UE y buscará ingresos adicionales para que las empresas, y en especial las pymes, inicien la producción sin esperar a pedidos.

Una cifra "inadecuada", según Weiss, para mejorar las capacidades de adquisición de las industrias europeas de armamento, que facturan 70.000 millones de euros, para satisfacer las necesidades de Ucrania y de la UE.

La experta apunta a otra dificultad: los problemas de confianza y los intereses nacionales arraigados en las adquisiciones de defensa.

Bruselas ya se ha manifestado a favor de que el Banco Europeo de Inversiones cambie su política de préstamos para que la industria militar se beneficie de ellos.

Von der Leyen defendió la financiación conjunta de la política de defensa comunitaria con contribuciones nacionales o "nuevos recursos propios a nivel europeo", sin pronunciarse sobre posibles eurobonos.

Asuntos que deberán concretarse en paralelo a la negociación del presupuesto plurianual de la UE 2028-2034, que afrontará "graves restricciones presupuestarias" de los países porque deberán destinar fondos sustanciales a transición ecológica y digitalización para seguir siendo competitivos a escala mundial, advierte Weiss. EFE

rja/cat/jac

(Más información de la Unión Europea en euroefe.euractiv.es)

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