De oficiar bodas a la final de la Champions

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Londres, 1 jun (EFE).- "Dios es blanco", arranca José Antonio Jiménez Fernández "Quillo", a priori, y sobre el papel, un aficionado más de los miles que pueblan las calles de Londres estos días animando al Real Madrid. Sin embargo, su historia es curiosa porque, debajo de la sudadera y la bufanda del Real Madrid, lleva el hábito de cura y no duda en enorgullecerse de ser el único presidente de peña, más concretamente de la peña "El Buitre de Toledo", que compagina su afición por el balón con ser párroco.

A horas de que empiece la final, "Quillo" disfruta de los últimos minutos de la previa en la 'fan zone' del Real Madrid en la capital inglesa. Es un paso más de los muchos que incluye este día, que comenzó a primera hora de la mañana en Wembley, donde se acercó a ver a su buen amigo Emilio Butragueño.

"Es nuestro presidente de honor. Todo un caballero y un jugador mítico, además de un gran ejemplo de valores para todo el madridismo", añade. "Le he visto tranquilo. Ha vivido muchas finales, pero me ha dicho esta frase: "Los alemanes son muy calculadores, muy fríos y esperarán, esperarán".

"Me dan un poquito de miedo. Emilio lo ve con mucha precaución. Me dice 'estoy nervioso', pues si estás nervioso tú, Emilio...", añade.

La final de la Champions se juega un 1 de junio y no son pocas las parejas en España que se ven en la diatriba de tener que enfrentarse a cancelaciones y bajas de última hora por la gente que tiene o quiere asistir a la final. El final de la primavera es una época de bodas y eso no escapa al propio Quillo, que hace unas semanas casaba a Ana y Miguel en la parroquia de Bargas, sin perder detalle de lo que hacía el Real Madrid ese día.

"Tengo mis monaguillos al lado que me informan y, según el rostro, sé cómo va la cosa", bromea el párroco, que se cubrió las espaldas este fin de semana para que no le tocara ningún oficio.

"Tenía este fin de semana la boda de mi amigo Sergio en Talavera, pero le he pedido permiso: 'Oye, que igual tengo la posibilidad de ir a la final de la Champions...'. Y así ha sido. Al final le casan otros cuatro amigos sacerdotes. Hay tiempo para todo, para hacer mi misa en Londres y para venir a Londres con los peñistas".

Porque desde que salieron de España, el viaje de Quillo ya estuvo cargado de anécdotas.

En el traslado en autobús de la puerta de embarque al avión, los pasajeros, entre los que se encontraba Quillo, se dieron cuenta de que el avión en el que iban a viajar a Londres era el avión de las jugadoras del Barcelona.

"Viajamos desde Barcelona y nos metieron en un avión donde estaban todas las fotos de las jugadoras, con todos los colores del Barcelona... Todos nosotros con nuestras camisetas del Madrid y empezamos a cantar "¿Cómo no te voy a querer?" y nos sacaron en el periódico. Además, el capitán, nada más despegar, nos pidió disculpas y nos dijo que él no elige los aviones, que los pone la compañía".

"Se le notaba que era del Madrid, y más cerca de Dios, a 10.000 kilómetros", añadió.

Manuel Sánchez Gómez

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