Bangkok, 30 may (EFE).- La junta birmana ha perdido el control en la mayor parte de sus fronteras en el conflicto con las guerrillas étnicas y milicias prodemocráticas, que han acelerado sus avances en los últimos meses, según dos informes publicados este jueves.
El Consejo Especial de Asesoramiento para Birmania (SAC-M), formado por exdiplomáticos y expertos en el país, señaló en un informe que la junta o grupos afines controlan solo 5 de las 51 localidades que tienen paso fronterizo internacional por tierra.
La resistencia, que incluye a las guerrillas étnicas y milicias rebeldes, tienen el control de 14 de estos pasos, incluidos la mayoría en la frontera con China (noreste), mientras que ejercen una influencia casi completa en otros 16.
El SAC-M indicó que la junta, que tomó el poder en un golpe de Estado en 2021, no controla la mayor parte de su territorio desde 2022 y que actualmente su influencia se limita al 32 % de la población, según el informe titulado 'Actualización del control efectivo en Birmania - 2024'.
"La junta no es un Gobierno de facto, ya que no tiene el control efectivo del Estado", indicó en un comunicado Yanghee Lee, cofundadora del SAC-M y ex relatora especial de la ONU sobre los derechos humanos en Birmania (Myanmar).
"La comunidad internacional debe comprender esta realidad y trabajar directamente con las autoridades de la resistencia y la sociedad civil para prestar ayuda y asistencia urgentes al pueblo birmano", agregó Lee.
La mayoría del territorio ganado ha sido conquistado en combates por guerrillas de minorías como los kokang, palaung, karen y rakáin, aunque también por las fuerzas del llamado Gobierno de Unidad Nacional (NUG), la organización prodemocrática que se autoproclama la autoridad legítima del país.
El laboratorio de ideas Crisis Group también destacó hoy en un informe las derrotas y pérdida de territorio periférico por parte de la junta militar y alertó de la fragmentación que está sufriendo Birmania con zonas controladas por diferentes guerrillas y grupos.
Así se refirió al aumento de la influencia y control de las fuerzas rebeldes en el estado Shan (noreste), Kachin (noreste), Karen (este) y Rakáin (oeste), lo que cubre grandes segmentos de la frontera.
El analista de Crisis Group, Richard Horsey, dijo en X que no hay que descartar una futura balcanización de Birmania, pero precisó que no es probable y que el país ha contado desde hace décadas con zonas controladas por guerrillas étnicas.
"Partes de las tierras del norte han estado bajo la administración de grupos armados autónomos durante décadas", explicó Horsey.
Crisis Group afirmó que el jefe de la junta militar, Min Aung Hlang, se encuentra debilitado, pero apuntó que aunque pueda ser derrocado no significa el colapso del Ejército, que compra armamento a China, Rusia e India y tiene superioridad en artillería y aviones.
El laboratorio de ideas aseveró que los vecinos y los donantes internacionales deberían ser más flexibles y tener relación con las "administraciones subnacionales" en el país, al tiempo que deben tener en cuenta "los riesgos del conflicto, consideraciones de derechos humanos y limitaciones legales".