Varios organismos de Naciones Unidas han alertado este jueves de que las vidas de los niños y niñas en Sudán están en peligro debido al "grave deterioro" de la situación alimentaria en el país, que se encuentra asolado por la guerra, por lo que han instado a tomar medidas "urgentes" para proteger "a toda una generación". El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han subrayado en un comunicado conjunto que los enfrentamientos registrados en el país "empeoran los factores que contribuyen a la desnutrición infantil". Así, han defendido la importancia de luchar contra la falta de acceso a alimentos nutritivos, agua potable y saneamiento, al tiempo que han advertido del alto riesgo de enfermedades. "La situación se ha agravado debido al desplazamiento generalizado de la población, ya que un gran número de personas está huyendo de los combates", han aseverado. El documento denuncia que Sudán "se enfrenta a un riesgo cada vez mayor de una hambruna inducida por el conflicto y que tendrá consecuencias catastróficas, incluida la pérdida de vidas, especialmente entre los niños y niñas de corta edad". "La guerra, que dura ya un año, también está afectando gravemente a la distribución de suministros humanitarios, y ha dejado a innumerables mujeres y niños sin acceso a alimentos vitales y apoyo nutricional", han explicado antes de añadir que han tenido dificultades para "suministrar productos nutricionales, ya que la creciente violencia y los procedimientos burocráticos impiden el acceso a las zonas afectadas por el conflicto". La desnutrición infantil en Sudán alcanza "niveles de emergencia", tal y como han indicado las agencias de la ONU, que calcula que en Darfur Central la desnutrición aguda es del 15,6 por ciento entre los menores de 5 años, mientras que en el campamento de Zam Zam se acerca al 30 por ciento. La situación se ha deteriorado en los últimos meses sin que haya indicios de que vaya a remitir debido a la persistencia del conflicto y a las graves dificultades en el acceso de la ayuda humanitaria. "La desnutrición aguda es potencialmente mortal, ya que los niños y niñas desnutridos tienen hasta 11 veces más probabilidades de morir que los que están bien alimentados", han recalcado. DESNUTRICIÓN Y ENFERMEDAD En este sentido, han trazado una relación entre la desnutrición y la enfermedad: los niños enfermos se desnutren con más facilidad y los desnutridos enferman con más facilidad. "Incluso cuando se recuperan, la desnutrición puede tener efectos de por vida en el desarrollo físico y cognitivo. Sudán corre el riesgo de perder una generación, lo cual puede tener graves repercusiones para el futuro del país", han expresado. Estos niveles son especialmente preocupantes entre las mujeres embarazadas y las madres lactantes --que cuentan con una tasa de desnutrición del 33 por ciento--. "Esta situación supone un riesgo increíble no solo para la salud de las madres, sino también para la próxima generación de niños y niñas de Sudán", han afirmado. "Los niños y niñas de Sudán están sufriendo situaciones horribles de violencia, desplazamiento y trauma, y ahora se enfrentan a una posible hambruna", ha declarado Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. "Cuando los niños y niñas sufren formas graves de desnutrición se perjudica su desarrollo físico y cognitivo, y esto puede dejar secuelas durante toda la vida. Las partes en conflicto deben permitir urgentemente el acceso de la ayuda humanitaria para que los niños y niñas puedan recibir alimentos, agua, atención médica y refugio", ha puntualizado. La directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, ha hecho hincapié en que las madres y los niños de todo Sudán "se están consumiendo a causa de la desnutrición". "La guerra actual los ha despojado de todo lo que necesitan para sobrevivir: alimentos, asistencia médica y refugio. Necesitamos un acceso inmediato y seguro para prestar la ayuda humanitaria que tan desesperadamente necesitan. Sin ello, esta crisis corre el riesgo de convertirse en la mayor emergencia por hambre del mundo", ha alertado. Por su parte, el secretario general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha lamentado que la desnutrición "no es una crisis puntual". "Los niños y niñas desnutridos se enfrentan a toda una vida de problemas de desarrollo y mala salud, y además tienen más probabilidades de morir de enfermedades infecciosas", ha añadido. El informe reconoce la existencia de lagunas en los datos debido a las dificultades para acceder a los focos de conflicto. A pesar de ello, los organismos temen que la situación sea ya extremadamente grave y siga deteriorándose. Es muy probable que durante los próximos meses la situación de los niños, las niñas y las madres de Sudán empeore: en junio comienza la estación de lluvias, que dejará aisladas a las comunidades y aumentará las tasas de enfermedad. Sudán también está entrando en la época de escasez, un periodo entre cosechas en el que tradicionalmente se agotan las reservas de alimentos. Por ello, estos organismos han pedido un acceso "inmediato, sin trabas y permanente a las comunidades que están sufriendo los peores efectos del brutal y prolongado conflicto por todas las vías posibles de paso y a través de las fronteras con varios países vecinos". "La oportunidad de evitar el peor desenlace se está agotando rápidamente", han zanjado.