Carlos Caselles
Madrid, 29 may (EFE).- El reconocimiento del Estado de Palestina por parte de España “llega tarde”, pero es “lo mínimo que puede hacerse” y “a juzgar por la reacción del Gobierno israelí” puede tratarse de un gesto “algo más que simbólico”.
Es lo que aseguran a EFE Ignacio Álvarez-Ossorio y José Abu-Tarbush, expertos en Oriente Medio y autores del libro ‘Gaza: crónica de una Nakba anunciada’, que analiza la situación de la Franja tras la respuesta de Israel a los ataques de Hamás el pasado 7 de octubre en ese país.
Álvarez-Ossorio cree que la decisión de España, adoptada conjuntamente con Irlanda y Noruega, llega “en un momento crucial para la cuestión palestina” y da cuenta de la “gravedad” de la situación.
“Este reconocimiento es un salvavidas para el pueblo palestino mientras está sufriendo la mayor catástrofe desde 1948, pero también un mensaje de apoyo de parte de la Unión Europea (UE) a la solución de los dos Estados”, explica.
España Irlanda y Noruega se sumaron este martes a Suecia, Chipre y a otros seis países de la UE que reconocen el Estado de Palestina, una resolución que los gigantes del bloque comunitario, Alemania, Francia e Italia, no tienen previsto adoptar pronto.
“Estamos al límite del abismo, y como no haya un cambio de paradigma, la Unión Europea va a quedar muy debilitada en su interlocución con los palestinos y con el mundo árabe”, explica el investigador, quien cree que el reconocimiento del Estado palestino se ajusta a los “valores democráticos” de los que Bruselas hace bandera.
Por su parte, Abu-Tarbush considera la decisión de España “un ejercicio de coherencia política” que “tiene que traducirse en hechos reales”, en referencia a la reciente prohibición de Israel a que España atienda a ciudadanos palestinos en su consulado en Jerusalén, algo que ha hecho “históricamente".
Álvarez-Ossorio y Abu-Tarbush, profesores en la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de La Laguna (Islas Canarias), creen que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está en “una huida hacia delante” desde el inicio de la guerra en Gaza.
“La ofensiva iba a durar semanas, ya se ha prolongado más de medio año y lo más es probable que se alargue otro medio año más hasta las elecciones de Estados Unidos”, apunta Álvarez-Ossorio, que fía el futuro político de Netanyahu a una victoria del republicano Donald Trump.
“Netanyahu, cuyo futuro político pende de un hilo, tiene la esperanza de que Trump le permita dar el siguiente paso, que es expulsar masivamente a la población palestina tal y como demandan sus socios de gobierno”, afirma.
Los socios de gobierno y la oposición parecen estar posicionándose ante una futurible caída de Netanyahu, indica Abu-Tarbush, que descarta que la próxima fuerza política que gobierne en Israel rompa el “consenso sionista” al que atribuye la invasión de Gaza.
“Ahora mismo, en la clase política israelí nadie desafía la idea de que los territorios palestinos forman parte del Gran Israel. Unos lo dicen sin vergüenza y otros de manera atenuada, pero no hay ningún líder político que diga ‘hasta aquí hemos llegado’”, añade.
“La Autoridad Nacional Palestina ha hecho tantas concesiones que no tiene crédito en la sociedad palestina”, concluye Abu-Tarbush, que equipara el liderazgo del presidente palestino, Mahmud Abás, al del expresidente soviético Mijaíl Gorbachov. EFE
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