Ciudad de México, 28 may (EFE).- La preeclampsia y la hemorragia son las principales causas de mortalidad materna en México, un problema de salud pública que requiere atención y acción prioritaria, alertaron este martes especialistas.
En una conferencia de prensa, Alejandro Posadas, médico gineco obstetra y especialista en medicina materna, señaló que a nivel mundial, en promedio, cada 3 minutos muere una mujer por una complicación relacionada con el embarazo a nivel mundial.
En México, abundó, se registran alrededor de 25 defunciones por cada 100.000 nacimientos y, aunque se ha observado una ligera disminución, las cifras siguen siendo preocupantes.
Explicó que la muerte materna es el deceso de una mujer en su proceso de embarazo, lo que abarca desde la concepción hasta el puerperio, es decir, los 40 días posteriores al parto.
Señaló que las hemorragias son una de las principales causas de muerte materna en el mundo.
“A nivel mundial se dan 12 millones de sangrados que provocan la muerte de 270.000 mujeres al año”, detalló el experto.
Sin embargo, existe otro término relacionado con la mortalidad materna, que se refiere a las secuelas que quedan en las mujeres cuando superan las complicaciones del embarazo.
“Se llama morbilidad materna extrema, que se refiere a la paciente que se complicó pero no murió”, expresó el doctor Martínez.
Señaló que por cada muerte materna hay 30 mujeres con morbilidad materna extrema.
Esta condición, abundó, puede causar daño cerebral, daño renal irreversible, necrosis de estructuras cerebrales, entre otras problemáticas.
Los expertos subrayaron que las mujeres embarazadas y personas gestantes deben acudir a su médico en caso de experimentar una o más señales de alarma.
Entre estos signos están el dolor de cabeza intenso que no desaparece con reposo o que empeora con el tiempo, mareos, desmayos o convulsiones, visión borrosa, zumbido de oídos y/o temperatura corporal igual o mayor a 38 grados.
Otros datos de alarma son; hinchazón extrema de manos, pies o cara; dificultad para respirar; dolor en el pecho o latidos cardíacos acelerados; náuseas y vómitos intensos; dolor abdominal fuerte o contracciones frecuentes; falta de movimiento del feto; sangrado o salida de líquido transvaginal; cansancio extremo y ansiedad, angustia o tristeza sin causa aparente.
Ante esta situación, los especialistas destacaron la importancia de fortalecer las estrategias preventivas y promover el acceso equitativo a terapias efectivas y a servicios de salud materna de calidad.
En el caso de la preeclampsia, dijeron, es importante estar atento a los factores de riesgo que son la edad materna, enfermedades previas al embarazo, obesidad y sobrepeso, y el número de embarazos.
Mientras que en la hemorragia, Posadas señaló la importancia del acceso equitativo a servicios de salud materna, lo que incluye atención prenatal, del parto posparto y servicios de emergencia obstétrica.
Además de acceso a medicamentos como el labetalol y el ácido tranexámico que puede salvar la vida de la paciente.