Bogotá, 28 may (EFE).- La aseguradora colombiana Sura pidió autorización a las autoridades para salir de manera progresiva del Sistema de Seguridad Social, del cual es uno de los principales operadores como entidad prestadora de salud (EPS), en medio de la controversia por la crisis y la reforma del sector.
"Queremos comunicarles la decisión más difícil que hemos tenido que tomar como compañía: hoy radicamos ante la Superintendencia Nacional de Salud la solicitud de autorización para el retiro de EPS Sura del sistema general de Seguridad Social en Salud en Colombia", manifestó la presidenta del grupo Suramericana, Juana Francisca Llano.
Según Llano, el retiro de Sura, que tiene 3,8 millones de afiliados, se hará "a través de un programa de desmonte progresivo, un mecanismo jurídico que permite el retiro de una forma ordenada y diligente".
"Se trata de una decisión que evaluamos a lo largo de los meses con rigor, responsabilidad y transparencia, con lo que buscamos anticiparnos para evitar lo ocurrido con otras EPS", agregó.
Las EPS son empresas que hacen de intermediarias entre el Estado y los pacientes para la prestación de servicios de salud, por los cuales reciben transferencias de dinero público.
Llano hizo referencia a lo sucedido el mes pasado, cuando la Superintendencia Nacional de Salud intervino varias EPS, entre ellas Sanitas, que tiene 5,8 millones de afiliados, y Nueva EPS, la mayor empresa del sector en el país, que tiene 10,9 millones de afiliados.
Tras esas medidas, la caja de compensación familiar Compensar, con más de dos millones de afiliados, pidió a la Superintendencia la aprobación para retirar de manera "voluntaria" del Sistema de Seguridad Social su programa de EPS.
La presidenta de Suramericana añadió que Sura tomará medidas "para un traslado ordenado" de sus afilados a otras EPS y "gestionar de manera responsable las obligaciones" con proveedores y prestadores e servicios, como clínicas y hospitales.
"Hemos realizado un gran esfuerzo para continuar en el sistema de salud, con la firme motivación de cuidar a cada una de las personas que ha confiado en EPS Sura. Sin embargo, en este momento se deben tomar medidas oportunas para evitar un mayor deterioro que nos impida cumplir con las obligaciones asumidas", agregó.
La compañía agregó en un comunicado que "la situación del sistema de salud en Colombia es un problema histórico y estructural" en el que "la cobertura y los servicios ilimitados contrastan con un presupuesto insuficiente" lo que no le permite cumplir "con el indicador del patrimonio adecuado, dado que se agotó".
La empresa añadió que entre 2022 y 2023 tuvo pérdidas netas por más de 360.000 millones de pesos (unos 93,5 millones de dólares de hoy) y "para el 2024, EPS Sura proyecta que las pérdidas podrían llegar hasta los 500.000 millones de pesos (unos 129,8 millones de dólares).
La crisis financiera del sector de la salud fue denunciada en junio del año pasado por varias empresas del sector, pero en el Gobierno "no se tomó ninguna acción concreta que hiciera corregir el rumbo", denunció hoy la presidenta de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), Ana María Vesga.
El agravamiento de la situación en los últimos meses ha coincidido con el hundimiento en el Senado de la polémica reforma de la salud propuesta por el Gobierno, ya que sus críticos lo acusan de intentar imponerla a la fuerza ahogando financieramente a las EPS.
"Estamos presenciando la destrucción del mayor avance social del país en toda su historia", agregó Vesga, quien consideró la situación como "irreversible".
Al respecto, el presidente colombiano, Gustavo Petro, le respondió a la presidenta de Acemi: "Las empresas prestadoras de salud convertidas en aseguradoras no pueden sostenerse pues tienen que garantizar reservas técnicas que se financian también con recursos públicos".
"El senado hundió la propuesta y como lo dije desde hace más de un año, al hundir la reforma a la salud se produce un efecto dominó de quiebra de EPS", añadió el mandatario.