Nueva Delhi, 24 may (EFE).- El largo proceso electoral de la India está a punto de llegar a su fin, y la capital nacional está entre los 58 escaños parlamentarios que votarán este sábado en la penúltima y sexta fase de los mayores comicios del mundo, que determinarán el nombre del próximo primer ministro.
El Bharatiya Janata Party (BJP) del primer ministro indio, Narendra Modi, busca replicar su victoria prácticamente inmaculada en las precedentes elecciones generales en estos distritos electorales, repartidos en ocho estados y territorios federales entre los que se incluyen los siete escaños parlamentarios de Nueva Delhi, el centro del poder político de la India.
El partido nacionalista hindú tomó un fuerte control sobre la capital, ganando todos los distritos electorales en las elecciones parlamentarias de 2019.
En cambio, en las últimas elecciones generales, la formación opositora del Congreso Nacional Indio (INC), históricamente liderada por la familia Nehru-Gandhi, no consiguió ninguno de los 58 escaños.
El partido gobernante se enfrenta esta vez al desafío de una coalición de 28 partidos opositores encabezada por el Partido del Congreso, que ha presentado un frente conjunto.
En Nueva Delhi, el Partido del Congreso y el Partido del Hombre Común o Aam Aadmi Party (AAP) se apoyan mutuamente y hacen campaña para atraer a casi 15 millones de votantes de diversos orígenes.
Curiosamente, el AAP nunca ha obtenido un escaño parlamentario nacional en la capital a pesar de haber obtenido victorias aplastantes en las elecciones regionales de Nueva Delhi en 2015 y 2020.
El jefe de Gobierno de Nueva Delhi y líder del AAP, Arvind Kejriwal, es un activista anticorrupción convertido en político, y se trata de una figura muy popular entre los pobres de la ciudad.
Pero a pesar de su popularidad, Kejriwal se enfrenta a cargos de corrupción relacionados con la política de bebidas alcohólicas de Nueva Delhi, actualmente bajo investigación por una agencia federal.
El jefe de Gobierno de la capital fue arrestado el pasado marzo, y este mes obtuvo la libertad temporal bajo fianza hasta el 2 de junio. Kejriwal siempre ha negado las acusaciones, calificándolas de una caza de brujas liderada por el BJP.
El vecino estado de Haryana, otro bastión del BJP con los diez distritos electorales bajo su control, también celebrará elecciones en la sexta fase.
Modi es ampliamente considerado el favorito para ganar los comicios y sellar un tercer mandato consecutivo, hasta tal punto de que las dudas se centran en cómo de grande será su mayoría.
El BJP ha llevado a cabo una campaña estridente al azuzar los sentimientos nacionalistas de los hindúes, y acusando al mismo tiempo a la oposición de querer redistribuir la riqueza de la nación a los musulmanes, que representan casi el 15 por ciento de los más de 1.400 millones de habitantes de la India.
Si bien la retórica antimusulmana del BJP ha resonado entre sus votantes en el pasado, sigue siendo incierto si este sentimiento por sí solo puede sellar otra victoria electoral en medio del aumento del desempleo y la inflación.
El activista político Yogendra Yadav indicó a EFE que las tendencias de las encuestas en las cinco fases mostraban que el BJP sufrirá importantes pérdidas electorales.
“El BJP está cayendo. ¿Cuánto? No puedo decirlo. Pero no puede repetir su desempeño de 2019. El BJP está definitivamente por debajo de 272” escaños de los 543 en liza, dijo.
Yadav sugirió que el BJP podría cruzar la marca de 272 con la ayuda de sus formaciones aliadas.
Las elecciones de siete fases continuarán hasta el 1 de junio, y los votos se contarán el 4 de junio.
Sarwar Kashani