Las autoridades de Nueva Caledonia han informado este miércoles de que se ha registrado un ciberataque "sin precedentes" a pocas horas de que el presidente francés, Emmanuel Macron, aterrice en la zona para abordar la crisis desatada en el territorio a raíz de la propuesta de reforma constitucional que permitiría a los ciudadanos franceses votar en las elecciones locales. Así, han indicado que el ataque cibernético, que habría sido realizado desde el exterior, se ha producido poco después de que Macron anunciara su visita a la zona en intento por reducir la tensión y favorecer un diálogo que ponga fin a los disturbios que llevan produciéndose desde hace más de una semana y que se han saldado ya con seis muertos y 280 detenidos. Además, han señalado que uno de los principales proveedores de Internet ha sufrido un "ataque de una fuerza sin precedentes" cuyo objetivo era "saturar la red" de Nueva Caledonia, si bien han confirmado que se ha logrado detener la amenaza antes de que se produjeran "daños significativos". No obstante, las autoridades han matizado que la mayoría de las direcciones IP del ataque estarían vinculadas a Rusia, lo que supone una "provocación", según ha explicado Christopher Gyges, miembro del gobierno local, en declaraciones a la cadena de televisión francesa BFMTV. Por su parte, el Alto Comisionado de Francia para Nueva Caledonia ha anunciado que ya se han puesto en marcha varias operaciones de seguridad en los distritos de Vallée du Tir, Tuband, Ducos y Normandie, situados en Numea, la capital. "Esta última noche ha sido más tranquila que la anterior a pesar de que se han registrado otros dos incendios en el área metropolitana de la capital. El millar de agentes desplegados a modo de refuerzo para garantizar la seguridad interna siguen trabajando sobre el terreno", ha indicado la entidad en un comunicado. Los ataques incendiarios registrados a lo largo de la noche del martes han afectado a dos colegios de Numea, además de 300 vehículos que se encontraban estacionados en la ciudad. El conflicto estalló el pasado 13 de mayo tras el debate en el Parlamento francés sobre una reforma electoral que concede el voto a los ciudadanos franceses. El texto, aprobado finalmente y que Macron quiere ratificar el mes que viene, propone el derecho a voto para ciudadanos franceses que lleven al menos diez años residiendo en el territorio. Los canacos, y en especial la alianza independentista del Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS), han denunciado la propuesta como un varapalo a sus aspiraciones en un momento especialmente crítico de las relaciones con Francia, después de que la alianza boicoteara el último referéndum de independencia de 2021, que se saldó con victoria de los unionistas.