Brasilia, 21 may (EFE).- La Corte Suprema de Brasil anuló este martes una condena por corrupción contra José Dirceu, una histórica figura de la izquierda brasileña y que fue durante años el principal escudero del actual gobernante, Luiz Inácio Lula da Silva.
La decisión fue tomada por tres votos a favor y dos en contra por la Segunda Sala del tribunal y se apoya en que, cuando fue dictada la sentencia, el caso por el que Dirceu era acusado ya había proscrito.
La Justicia lo había hallado culpable de recibir comisiones por intermediar en contratos con la estatal Petrobras en 2009, cuando ya había caído en desgracia y hasta había pasado por la prisión, por un escándalo de sobornos parlamentarios ocurrido en el primero de los dos mandatos consecutivos de Lula (2003-2010).
Durante los primeros años de Lula en el poder, Dirceu ejerció como ministro de la Presidencia, el cargo más influyente del Gobierno, y era considerado como el heredero político del líder progresista.
Sin embargo, los sobornos parlamentarios le costaron una primera pena de nueve años de cárcel, que cumplió parcialmente, y luego se involucró en las corruptelas detectadas en la petrolera Petrobras, por lo que fue otra vez condenado, esta vez en el ámbito de la operación Lava Jato, que también llevó a la prisión a Lula.
Hasta el escándalo que lo derrumbó del Gobierno en 2005, Dirceu, hoy de 78 años, era visto como el indiscutible sucesor de Lula, por su influencia sobre el mandatario y por el respeto que se había ganado en la izquierda durante su vida política, que comenzó en la década de 1960, en la resistencia a la dictadura.
Sobre Dirceu aún pesa una condena por otro asunto de corrupción, frente a la cual ha presentado una apelación que está en manos del Tribunal Superior de Justicia, de tercera instancia.
En los últimos años, ha seguido activo en la política y, sin cargo alguno, actúa como una especie de 'gurú' del Partido de los Trabajadores (PT), en cuya fundación participó en 1980 junto a Lula.
La influencia que mantiene en la sombra fue evidente en marzo pasado, cuando celebró su cumpleaños con una fiesta que reunió a unas 500 personas, en su gran mayoría políticos de todo el espectro partidario.
En las últimas semanas ha dicho que, si se libra de sus problemas judiciales, se postulará a un escaño de diputado en 2026 para "hacer justicia" a su "historia", que incluye su participación en las guerrillas que en la década de 1970 se alzaron contra la dictadura militar.