Pekín, 21 may (EFE).- El reciente aumento de casos de ataques, frecuentemente con cuchillos, contra personas en lugares públicos está causando preocupación entre la población, si se hace caso a lo que expresan usuarios de las redes sociales chinas.
Este lunes, se registraron dos casos similares en el centro del país: al menos tres personas perdieron la vida y dos resultaron heridas tras un ataque con cuchillo en un parque de la ciudad de Chenzhou, mientras que otras dos personas fallecieron y otras cuatro quedaron heridas después de que una mujer los atacara de la misma manera en una escuela de la ciudad de Guixi.
También este mes un hombre que blandía un cuchillo la emprendió contra personas que se encontraban en un hospital de la provincia meridional de Yunnan, dejando dos muertos y más de diez heridos.
En abril, un hombre atacó también con un arma blanca a transeúntes en una calle de la ciudad central de Chengdu, matando a una persona e hiriendo a otra.
El año pasado destacó un ataque a una guardería de la provincia suroriental de Cantón, que se saldó con seis muertos, tres de ellos niños, y un atropello contra una multitud en la misma provincia que dejó seis muertos y 29 heridos.
La prensa local ha informado en los últimos años de atropellos múltiples, ataques en guarderías y escuelas e incluso atentados con bombas caseras, formando en el imaginario colectivo del país asiático una serie de asaltos en lugares públicos con características comunes.
La etiqueta ('hashtag') sobre el último suceso, el del parque en el centro de China, acumulaba en la tarde local del martes más de 53 millones de visualizaciones y más de 3.700 comentarios en la red social Weibo, similar a X, bloqueado en el país asiático.
"¿Cómo es posible que sucedan tantos incidentes similares últimamente?", se pregunta una usuaria de la red, mientras que otros expresan cierto temor ante el aumento de estos casos: "¿Quién se va a atrever a salir de casa así?".
Numerosos internautas especulan con la posibilidad de que se esté produciendo un efecto llamada, con varios atacantes imitando las acciones de asaltantes previos, e incluso señalan la fecha del 20 de mayo, considerada un día especial para los enamorados en China por su pronunciación similar a "te quiero", como un posible detonante para que individuos con problemas mentales y de inadaptabilidad social pasen a la acción.
De hecho, la frecuencia con la que se producen estos casos ha causado en los últimos años que se restrinja temporal o permanentemente la venta de cuchillos en algunas localidades a ciertos establecimientos autorizados.
Cada vez que se registra un episodio de estas características, la prensa local y los internautas recurren a la expresión "venganza contra la sociedad" para englobar estos ataques, que se producen frecuentemente a raíz de frustraciones por disputas legales, sentimentales o comerciales que el atacante descarga sobre transeúntes inocentes.
Según la psicóloga Zhang Defen, citada por la prensa local, "tras sufrir insultos e injusticias en la sociedad, algunas personas son incapaces de aliviar eficazmente su dolor interior y optan por expresar su insatisfacción e ira con un comportamiento violento".
La experta recomienda "reforzar la educación en salud mental para ayudar a la gente a afrontar mejor las frustraciones", si bien otros especialistas también han apuntado a la alta desigualdad económica en la sociedad china y a la presión que sienten los hombres jóvenes en una coyuntura de alto desempleo juvenil como otros detonantes de estos incidentes, que carecen de una única causa común que los desencadene.
Estos asaltos suponen asimismo una realidad incómoda para el Gobierno chino, cuyos medios oficiales apenas ofrecen datos al tiempo que sí hacen un seguimiento minucioso de los tiroteos en Estados Unidos, en un contexto de rivalidad entre los sistemas sociales de las dos superpotencias.
Los ataques indiscriminados en lugares públicos suponen un lunar en la narrativa de las autoridades chinas, según la cual el país asiático es "uno de los países más seguros del mundo", si bien esta es una sensación todavía generalmente compartida por sus habitantes.
Álvaro Alfaro