Nueva York, 18 may (EFE).- El Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York, el más numeroso de Estados Unidos, está perdiendo a sus miembros, quienes están dejando esa agencia porque se acogen al retiro, algunos antes de lo previsto, o porque están "cansados por la carga de trabajo", de acuerdo a fuentes oficiales.
Entre enero y abril de este año, 566 oficiales dejaron ese departamento en comparación con los 508 que lo hicieron para el mismo periodo del año pasado, cifra que aumenta a 823 con los que se han jubilado, según señala este sábado el diario New York Post, que cita datos de la oficina de pensiones y la de presupuesto de la agencia.
Sólo el pasado jueves, 27 policías renunciaron y, según el diario, han optado por ingresar a la Policía del condado de Nassau (Long Island), que pertenece al estado, porque el "salario es más alto y la carga de trabajo es menor".
Actualmente, el Departamento de Policía de la ciudad cuenta con 33.695 miembros, sólo 154 más que el año pasado, y el más bajo desde los 32.451 con que contaban en 1990, señala además el New York Post.
Destaca además que el problema se agrava a medida que aumentan las jubilaciones, que este año registraron un alza de 11 %.
"La carga de trabajo de la policía se ha disparado en los últimos meses", dijo al diario Patrick Hendry, presidente de la Police Benevolent Association, el sindicato más grande de la policía, quien advirtió que "algo hay que hacer".
Hendry se refirió a las 2.400 protestas que han habido en la ciudad desde el pasado 7 de octubre, cuando comenzó la guerra de Israel en Gaza, y al promedio de 12 protestas por día que obligan a los oficiales a trabajar horas extra.
En una audiencia del Concejo de la ciudad, la pasada semana, la propia policía indicó que se han pagado 53 millones de dólares (unos 48,6 millones de euros) en horas extras desde que comenzó ese conflicto.
A eso se suman los policías asignados a las estaciones del metro en Nueva York, luego de que se registraran una serie de incidentes de violencia.
"Nuestros miembros ya están más que agotados y los picos de criminalidad del verano están a la vuelta de la esquina. Exprimir a los policías para que hagan aún más horas extras no es una solución", lo que hará que salgan corriendo, aseguró Hendry.