Museo Esma celebra primer aniversario como Patrimonio de Unesco bajo gobierno negacionista

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Buenos Aires, 14 may (EFE).- El Museo Sitio de Memoria Esma celebró este martes su noveno aniversario y el primero tras ser incluido como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Se destacó la necesidad de apuntalar la memoria hacia las generaciones futuras, en un contexto de negación a la cifra de 30.000 desaparecidos durante la dictadura militar argentina (1976-1983) por parte del Gobierno de Javier Milei.

“En todo el mundo las luchas de la memoria están en permanente discusión, Argentina ha atravesado 40 años de disputas por la memoria, pero el país ha construido una cultura y respeto por los derechos humanos”, indicó a EFE la historiadora, especializada en el periodo del terrorismo de Estado y violencia política de Argentina, Marina Franco.

Franco formó parte de los oradores del acto celebrado en el excasino de oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), que funcionó como el mayor centro de detención, tortura y exterminio, durante la última dictadura, por donde pasaron más de 5.000 víctimas de las que todavía hoy se desconoce su paradero.

La llegada de Javier Milei a la Presidencia reabrió el debate sobre los 30.000 desaparecidos, una cifra sostenida por organizaciones de derechos humanos y negada por el Ejecutivo, que el 24 de marzo publicó un documental con testimonios del exguerrillero Luis Labraña, quien se atribuyó la creación del número “para conseguir dinero para las madres de los desaparecidos”.

“Hoy estamos en un contexto en donde eso vuelve a ser discutido y es alarmante, pero creo que la existencia del sitio Esma y la ratificación de la Unesco son pruebas contundentes de la gravedad de lo sucedido y de la importancia de la memoria”, agregó la historiadora.

El museo, también declarado monumento histórico nacional y bien cultural del Mercosur, se creó en 2015 con muestras e intervenciones permanentes, que dada su condición de prueba judicial para las investigaciones de la Justicia, el edificio no fue alterado.

Las salas están dispuestas con base a los testimonios que brindaron los sobrevivientes en el Juicio a las Juntas de 1985 y en los juicios de lesa humanidad reiniciados a partir de 2004, actualmente funciona como un espacio de denuncia del terrorismo de Estado y transmisión de la memoria.

La misión del sitio Esma es contribuir a conocer las violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado argentino con un diálogo que atraviese generaciones en el presente y hacia el futuro.

“A la salida de la dictadura (Argentina) pudo investigar y juzgar los delitos de lesa humanidad, construir una cultura de los derechos humanos siendo la base de la democracia. No son cosas separadas, algo que no se logró en países como Chile, Uruguay, Brasil o España, donde en Argentina los derechos humanos son políticas de Estado”, explicó Franco.

Otro de los oradores durante el acto por los nueve años de creación del museo fue el exjuez federal Sergio Torres, que llevó adelante la investigación de la Esma como centro clandestino de detención, donde se refirió al compromiso del poder judicial con los derechos humanos.

“Se han repetido violaciones a los derechos humanos a lo largo de la historia y los Estados no han establecido ningún tipo de mecanismos, pero Argentina eligió a la Justicia. En todos los procesos lo enfrentó con jueces”, dijo Torres, que en la actualidad integra la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires.

Torres distinguió que el proceso de condenas, que recomenzaron en 2003, en el país es “único” e “irrepetible” en el mundo, ya que se investigaron sin construcciones judiciales especiales y se condenaron e imputaron tanto a quienes dieron las órdenes como a aquellos que las acataron, usando a los mismos jueces que estaban a cargo de los juzgados antes de iniciarse las causas.

Además de secuestros y privaciones de la libertad, las víctimas sufrieron trabajo esclavo, maternidad clandestina, abuso sexual, torturas físicas y psicológicas, así como su asesinato -a través de los “vuelos de la muerte”- siendo arrojados al mar desde un avión.

“La Unesco reconoció a este sitio porque aquí ocurrieron delitos de lo más graves dentro del ámbito del Estado por agentes estatales. De ahí el concepto de lesa humanidad. Todo este proceso de justicia fue posible gracias a las víctimas, que dieron su testimonio. Aquí hay un compromiso del poder judicial”, cerró el juez.

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