Jerusalén, 15 may (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, manifestó este miércoles su rechazo a la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del pasado 10 de mayo, en la que 143 Estados, de los 193 miembros de la ONU, votaron a favor de la integración de Palestina como Estado de pleno derecho, una decisión que ahora compete al Consejo de Seguridad.
"No daremos recompensa por la terrible masacre del 7 de octubre. No les permitiremos establecer un Estado terrorista desde el cual puedan atacarnos aún con más fuerza", dijo hoy Netanyahu, según un comunicado en hebreo de su Oficina.
"Nadie nos impedirá a nosotros, Israel, ejercer nuestro derecho básico a defendernos: ni la Asamblea General de la ONU ni ninguna otra entidad. Nos mantendremos unidos con la cabeza en alto para defender nuestro país", añadió.
La resolución aprobada por la Asamblea concede a Palestina nuevas competencias que superan su estatus actual de Estado Observador no miembro y que definen su participación en la Asamblea General, sin darle derecho a voto ni capacidad para presentarse candidata a los organismos de Naciones Unidas.
El Gobierno israelí detalló hoy que esa decisión, a su entender, "no cambia el estatus de las áreas en disputa", que "no constituirá una base para futuras negociaciones" ni promoverá "una solución pacífica".
Solo nueve países votaron en contra (entre ellos EE.UU., Israel, Argentina, Hungría y la República Checa) y 25 se abstuvieron en esta resolución copatrocinada por España, Irlanda, Noruega y Bélgica, junto a más de setenta países.
El Consejo ya rechazó el pasado 18 de abril la membresía plena de Palestina con el único voto de bloqueo de Estados Unidos, mientras que doce miembros del Consejo la apoyaron y dos se abstuvieron; es decir, ahora se abre un periodo indeterminado en el que el Consejo podría volver a tratar el asunto, sin la menor claridad sobre el calendario.
La mayoría conseguida por la resolución favorable a Palestina supera los dos tercios requeridos, pero es apenas mayor que la que en 2012 consiguió su entrada como Estado Observador, que tuvo entonces 138 votos favorables y también 9 en contra.