São Paulo, 13 may (EFE).- Once de los veinte clubes que integran la primera división del Campeonato Brasileño pidieron este lunes la suspensión del torneo hasta el 31 de mayo por las inundaciones en el sur de Brasil, que dejan por el momento 148 muertos y decenas de ciudades anegadas.
Fluminense, Internacional, Athletico Paranaense, Botafogo, Vasco da Gama, Cruzeiro, Fortaleza, Cuiabá, Atlético Goianiense, Juventude y Criciúma, miembros del bloque 'Liga Forte União', alegaron que parar la competición es una "medida humanitaria necesaria" y "justa".
Así lo manifestaron estos once clubes en una solicitud enviada a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que organiza los torneos nacionales.
"De forma única y en bloque, todos somos a favor de la paralización inmediata del Campeonato Brasileño hasta el 31 de mayo", lo que supondría postergar la séptima y la octava jornada, apuntaron los once equipos mencionados.
El presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, admitió el viernes pasado que estudian la posibilidad de suspender la Liga por la catástrofe climática que ha asolado el sur de Brasil.
La CBF ya decidió anteriormente aplazar los partidos de este mes de mayo de los equipos del estado de Rio Grande do Sul, la región más afectada por las inundaciones, de todas las competiciones nacionales y de cualquier categoría.
En la primera división masculina, la medida afectó a Gremio, también favorable a un paro temporal, Internacional y Juventude.
En Porto Alegre, los estadios tanto de Gremio como de Internacional, dos de los equipos más tradicionales de Brasil, se convirtieron en auténticas lagunas de barro.
Ahora, la demanda es suspender temporalmente todos los partidos de la máxima categoría del fútbol brasileño.
"La paralización es necesaria como medida humanitaria, consensual y de justicia", insistió el grupo Liga Forte União en una nota divulgada en sus redes sociales.
Según el último balance de la Defensa Civil, las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, han causado por lo menos 147 fallecidos, 127 desaparecidos y 806 heridos.
La otra víctima mortal se registró en el vecino estado de Santa Catarina, también afectado por el fuerte temporal que asoló Rio Grande do Sul, pero en menor grado.
En total, hay 2,1 millones de damnificados y alrededor de 600.000 desplazados que han tenido que abandonar sus hogares por la devastadora crecida de los ríos de la región.