Excanciller ecuatoriana Espinosa: "El Consejo de Seguridad de la ONU siempre llega tarde"

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Nairobi, 10 may (EFE).- Pese a ser un órgano que debería "ejercer la diplomacia preventiva", en "muchas de las decisiones importantes el Consejo de Seguridad (de Naciones Unidas) siempre llega tarde", lamenta la excanciller de Ecuador y expresidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa.

"Las respuestas no han sido inmediatas" durante la pandemia de covid-19, las guerras de Ucrania y Gaza o los más de cincuenta conflictos armados activos que hay actualmente en el mundo, enumera en una entrevista con EFE en Nairobi Espinosa, quien exige al organismo "una respuesta institucional mucho más contundente".

En su opinión, "el multilateralismo es útil como una especie de máquina de prevención de los conflictos".

La remodelación del Consejo de Seguridad lleva treinta años encima de la mesa, pues "hay un reconocimiento de que se necesita reformar un sistema que es antiguo, está caduco y no está funcionando bien", explica.

"Una gran mayoría de los 193 Estados (miembros) dice que hay que mejorar, optimizar los métodos de trabajo, repensar la membresía, pensar cuán importante es el uso del veto...", dice Espinosa en conversación con EFE con motivo de la 69ª Conferencia de la Sociedad Civil de la ONU que se celebra desde este jueves y concluye este viernes en la sede de Naciones Unidas en Nairobi.

Preguntada sobre las reclamaciones de África y Latinoamérica -con Brasil a la cabeza- de tener representación permanente en el Consejo de Seguridad, Espinosa argumenta que hay "intercambio y conversación".

"Pero los intereses son enormes y no podemos ser ingenuos. Hay grandes intereses en torno a mantener el 'statu quo'", asegura, y añade que el futuro "depende de la decisión política y el compromiso de los Estados".

El sistema de 1945, año de creación de la ONU, "respondía a un contexto geopolítico, unas configuraciones sociales y un rol de los Estados muy diferentes a los de hoy".

Al margen de estas reivindicaciones, Naciones Unidas tiene "un problema crónico" que pasa por "cómo poner en práctica los compromisos a los que se llega no sólo en el Consejo de Seguridad, sino también en la Asamblea General", que Espinosa considera "el espacio más representativo, más democrático y más eficaz que tiene el sistema".

"Se cuestiona y critica mucho a la ONU. Yo defiendo el trabajo de la ONU: el trabajo de esas 200 personas que han muerto estos meses en la guerra en Medio Oriente, el trabajo humanitario que hace la ONU, los niños que vacuna la ONU (...). Defiendo el trabajo normativo y la fábrica del derecho internacional que también está en la ONU", subraya la también exministra de Defensa.

Expresidenta de la Asamblea General y exrepresentante permanente de Ecuador ante la ONU en Nueva York y en Ginebra, Espinosa (Salamanca, España, 1964) cree que aún es "demasiado temprano" para postularse como candidata a secretaria general de Naciones Unidas.

Sin embargo, una encuesta reciente del portal de noticias internacionales 'PassBlue' la sitúa entre las favoritas a suceder a António Guterres en el cargo en 2026, junto a la expresidenta chilena Michelle Bachelet y la primera ministra de Barbados, Mia Mottley.

"Hay dos cosas que puedo decir con total convicción: la próxima secretaria de Naciones Unidas tiene que ser una mujer (...) y tiene que ser una mujer de la región de América Latina y el Caribe", auspicia Espinosa, sin cerrar la puerta a su propia candidatura.

Según estas características, Bachelet, con una amplia trayectoria en la ONU, "por supuesto" que sería, en su opinión, una buena candidata, pero también "otras colegas, amigas, mujeres que son nivel 1+" y que le "harían mucho bien a la organización en este momento".

Lo más importante es que la próxima secretaria general sea una mujer. "Yo creo que después de ochenta años es tiempo", reivindica Espinosa, que participa en la conferencia de Nairobi en calidad de directora ejecutiva de GWL Voices, organización con sede en España que promueve el liderazgo de las mujeres a nivel internacional.

En un momento "absolutamente vital" para el futuro de la ONU, la participación en esta conferencia de más de 2.000 representantes de la sociedad civil procedentes de todo el mundo (el 70 % son africanos) es para Espinosa una "inyección de esperanza" de que el sistema multilateral de Naciones Unidas "se puede reinventar".

"La progresión social la tienen que hacer los ciudadanos del mundo", defiende la política ecuatoriana, que alaba el "espíritu constructivo" de cara a la Cumbre del Futuro que se celebrará los próximos 22 y 23 de septiembre en Nueva York.

Según ella, la conferencia de Nairobi "significa que la voz de la sociedad civil organizada de la mayoría global -su manera de referirse al denominado sur global- es importante".

Mercedes Ortuño Lizarán

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