Budapest, 6 may (EFE).- El político húngaro Péter Magyar, hasta hace cuatro meses colaborador del Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán, se ha convertido en poco tiempo en el principal rival del primer ministro.
Según un sondeo publicado este lunes, un 20 % de los ciudadanos del país centroeuropeo apoya al partido 'Tisza' (nombre del segundo río magiar), liderado por Magyar, situándose así en el segundo lugar de la intención del voto, solo por detrás del conservador Fidesz de Orbán (42 %)
Hasta el pasado 10 de abril, cuando el 'disidente del régimen Orbán' anunció que había alcanzado un acuerdo para liderar el Tisza, esta formación era prácticamente desconocida entre los húngaros.
Magyar optó por militar en un partido existente para poder presentarse a las elecciones locales y al Parlamento Europeo del 9 de junio, ya que por ley no hubiese podido cumplir con el plazo previsto para ser candidato si fundaba su propio partido.
En menos de un mes, el Tisza relegó al tercer lugar a la hasta ahora mayor formación de la oposición, la Coalición Democrática (18 %), según el sondeo, efectuado por el instituto Publicus y publicado en el diario Népszava.
Al mismo tiempo, el 65 % de los encuestados dijo no estar satisfecho con la situación general en el país, entre ellos, el 19 % de los votantes de Orbán.
Decenas de miles de personas acudieron el domingo a un mitin convocado por Magyar en la ciudad de Debrecen, al este del país, donde colmaron la plaza central, formando la mayor manifestación ciudadana que vivió esa urbe en las últimas décadas.
"Con Magyar y el Partido Tisza ha surgido una tercera fuerza política, frente a la que ni el Fidesz ni la oposición saben de momento qué hacer", comentó al portal independiente Telex.hu el politólogo László Kéri.
Según Kéri, el partido de Orbán "debería tomar en serio" la situación, ya que el apoyo al Gobierno está disminuyendo "brutalmente".
Magyar emergió en febrero como un crítico del Gobierno de Orbán tras un escándalo político que llevó a su exesposa, Judit Varga, a renunciar de sus cargos políticos tras verse involucrada en un escándalo que ha sacudido a la opinión pública del país.
Varga dimitió después de revelarse que ella misma firmó el año pasado, cuando era ministra de Justicia, un indulto concedido por la también dimitida presidenta del país, Katalin Novák, a un encubridor de casos de pederastia.
La popularidad de Magyar aumenta a un ritmo acelerado, sobre todo, pero no únicamente, entre los simpatizantes de los partidos opositores. Sus fuertes críticas se dirigen tanto hacia el Gobierno de Orbán como al resto de la oposición política.
Tisza se presentará en las elecciones del 9 de junio, cuando en Hungría no solo se celebran las elecciones europeas, sino también las locales.
Magyar se encuentra en plena campaña electoral, viajando por el país y denunciando la corrupción del Gobierno.
Más allá de los comicios de junio, promete poner fin al régimen de Orbán en las elecciones legislativas de 2026.
Mientras, el portal independiente Telex.hu apunta a que la comunicación del Gobierno y del Fidesz está "enfrentando su más difícil guerra" desde que Orbán llegó al poder en 2010.
Según András Pulai, director de Publicus, Magyar atrae sobre todo a simpatizantes de partidos opositores menores, tanto liberales como de extrema derecha, así como a antiguos electores del Fidesz que ya llevaban un tiempo decepcionados con la gestión del Gobierno.