Nueva Delhi, 6 may (EFE).- Más de cien millones de personas están llamadas a votar mañana martes en la tercera fase de las elecciones generales de la India bajo un calor sofocante, con el poderoso ministro del Interior, Amit Shah, y un descendiente de la antigua realeza india entre los más destacados contendientes.
Shah, el viejo amigo del primer ministro Narendra Modi y considerado como su 'mano derecha', busca la reelección a la Cámara Baja del Parlamento en la ciudad de Gandhinagar del occidental Gujarat, su estado natal.
El ministro del Interior, de 60 años, es ampliamente reconocido como la segunda figura más poderosa de la India después de Modi.
A él se le atribuye la organización de las previas campañas electorales que llevaron a Modi al poder en 2014 y a su reelección en 2019, así como a la serie de victorias regionales consecutivas del Bharatiya Janata Party (BJP).
Impulsor de algunas de las controvertidas decisiones del Gobierno de Modi, incluida la revocación del estatus especial de la disputada región de Cachemira, Shah es también el arquitecto de la polémica reforma de la Ley de Ciudadanía que otorga la nacionalidad a minorías religiosas de países vecinos pero excluye a los musulmanes.
Estos dos temas han sido presentados por el BJP como los grandes logros de los últimos cinco años del Gobierno de Modi, que busca un tercer mandato consecutivo.
La tercera fase de votación abarca 94 distritos electorales repartidos en doce estados, incluyendo campos de batalla clave como Uttar Pradesh (norte), Maharashtra y Gujarat (oeste), Bihar (este) y Chhattisgarh y Madhya Pradesh (centro).
Todos ellos son bastiones del gobernante partido nacionalista hindú, que ya obtuvo una victoria aplastante en las elecciones de 2019, y tienen una inmensa importancia política debido al número de diputados que envían a la Lok Sabha, la Cámara Baja del Parlamento indio, de 543 miembros.
Todos los ojos estarán puestos mañana especialmente en Gujarat, también el estado natal de Modi, donde la votación se realizará en 25 de los 26 distritos electorales. El BJP ya ganó un escaño en la región natal del primer ministro sin oposición.
Los políticos indios han estado realizando mítines de campaña bajo un sol abrasador, con temperaturas por encima de la media y que en las partes norte, oeste y central de la India superarán mañana los 40 grados.
Mientras los votantes emiten sus votos, el destino electoral de otros contendientes destacados de varios partidos políticos está en juego.
Entre ellos se encuentra el ministro de Aviación Civil, Jyotiraditya Scindia, candidato de sangre real al ser el nieto del último gobernante del principado de Gwalior, en el centro del país, un estatus que todavía comanda gran respeto en el país asiático a pesar de que éste abolió la realeza en 1971.
Scindia, que una vez fue uno de los confidentes más cercanos del rival político de Modi, Rahul Gandhi, del opositor Partido del Congreso (INC), compite desde Guna en Madhya Pradesh por una nominación del BJP.
El graduado en negocios de Stanford desertó la formación de la dinastía Nehru-Gandhi en 2020 para jurar lealtad a Modi.
A medida que avanza la votación de siete fases, la atención de la nación se centra en el resultado, que dará forma a la trayectoria económica y política de la India en los años venideros.
En el contexto de una participación electoral inferior a la media en las dos primeras fases, los días 19 y 26 de abril, la campaña ha estado marcada por discursos percibidos como mensajes odio antimusulmanes encabezados por Modi y seguidos de cerca por algunos líderes del BJP.
El proceso de votación, el más grande del mundo con alrededor de 969 millones de votantes, finalizará el 1 de junio y los resultados se esperan para el 4 de junio.
Sarwar Kashani