Al menos cuatro policías han fallecido este domingo al ser interceptados por un grupo de hombres armados cuando trasladaban a un supuesto delincuente en la localidad de Chignahuapan, en el estado mexicano de Puebla, ubicado en el centro del país. Las fuerzas de seguridad habían detenido a un presunto criminal que tenía en su poder equipo táctico militar, tras lo cual comenzaron su traslado, pero varios hombres armados "les agredieron, provocando una confrontación", reza un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla. El intercambio de disparos ha concluido con la muerte de cuatro agentes y de tres atacantes, cuyos cuerpos "fueron retirados por el grupo armado al momento de su huida". Además, dos miembros de la Policía presentan heridas de bala y han sido trasladados al hospital para recibir tratamiento médico. Las autoridades locales han indicado que están trabajando "estrechamente" con las ministeriales "para investigar a fondo este hecho y asegurar que los responsables se enfrenten a la justicia", mientras que han dispuesto los recursos "necesarios para apoyar a las familias" de los agentes fallecidos. El gobernador de Puebla, Sergio Céspedes, ha expresado su "más profundo pesar" ante el "lamentable suceso ocurrido" que se ha saldado con "la pérdida de cuatro valientes elementos de nuestra Policía y por los dos más que resultaron heridos en el enfrentamiento con delincuentes armados".