La Paz, 29 abr (EFE).- Los recientes dichos del presidente de Bolivia, Luis Arce, sobre que el gas natural, que durante varios años fue el sustento económico del país, "se ha agotado", le valieron este lunes sendas críticas de sus detractores, incluido el exmandatario y líder oficialista Evo Morales (2006-2019).
En un evento con mujeres campesinas en La Paz, Arce dijo el domingo que el país no posee los ingresos que tenía antes porque "el gas se ha agotado" y señaló que su Gobierno está "recién volviendo a hacer exploraciones" para encontrar nuevas reservas.
A falta de esos ingresos, justificó la búsqueda de créditos externos y reiteró sus críticas a los parlamentarios opositores y los oficialistas afines a Morales, del que está distanciado, que "niegan la aprobación" de esos préstamos.
El gobernante sostuvo que la oposición y los legisladores evistas "no quieren" que el Gobierno haga obras "para después decir que la economía está mal" y también les responsabilizó por la reciente evaluación de la calificadora de riesgo Moodys que bajó la calificación crediticia del país de Caa1 a Caa3.
Las afirmaciones de Arce sobre el gas natural, que no son nuevas, fueron objeto de críticas por parte de políticos como el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002), quien en una publicación en X afirmó que el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) "se farreó" el gas.
Según Quiroga, los gobernantes del MAS "heredaron gasoductos y contratos" con Argentina y Brasil para la venta del energético, además de "cuantiosas reservas certificadas" y una ley que en 2005 creó el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), que generó importantes ingresos para el país.
"Dilapidaron 60.000 millones de dólares en casi dos décadas. Saquearon la patria sin clemencia", cuestionó.
En la misma red social, Morales consideró que la "falta de seriedad en los mensajes que se difunden desde el Gobierno" sobre asuntos relacionados con los recursos naturales, que son "de importancia estratégica para el país", hace pensar "que no los asumen con la responsabilidad debida".
Al menos en las dos últimas décadas, el gas natural fue el producto estrella de exportación de Bolivia y el sustento de su crecimiento económico, con Brasil y Argentina como principales mercados, pero en los últimos años se ha advertido una disminución en la producción y los ingresos.
La producción de gas natural pasó de 56,6 millones de metros cúbicos diarios (MMm3d) en 2016, con una renta petrolera de 1.755 millones de dólares, a 31,9 MMm3d en 2023 alcanzando un ingreso de 2.048 millones de dólares, según información oficial difundida en diciembre pasado.
Además, Bolivia registra actualmente una baja producción de líquidos en los campos petroleros y gasíferos, por lo que debe importar gasolina y diésel que luego se venden a precios subvencionados en el mercado interno, un gasto que cada vez le pesa más al Estado.
El Gobierno y la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) han señalado varias veces que se debieron emprender nuevos proyectos de exploración desde 2015, es decir, durante el Gobierno de Morales, lo que no ocurrió.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, consideró este lunes que hubo una "irresponsabilidad" de un ministro de Morales que en su momento dijo que Bolivia tenía "un mar de gas", porque esto generó "unas expectativas que no eran las correctas".
"La realidad es que el recurso se va agotando y hay que hacer exploraciones que mas bien el Gobierno del presidente Luis Arce las está haciendo responsablemente", señaló.
Las autoridades han resaltado que desde 2021 YPFB tiene en marcha un 'Plan de Reactivación del Upstream (exploración y producción)' para "restablecer" las reservas de gas y aumentar la producción de hidrocarburos.
La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, defendió por su parte que al margen de ese plan, el Gobierno emprende otros proyectos en áreas como el litio o el hierro para generar nuevos ingresos. EFE
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