Dakar, 27 abr (EFE).- El debate sobre la poligamia ha vuelto a abrirse en Senegal con la reciente llegada a la Presidencia de Bassirou Diomaye Faye, que tiene dos esposas con las que acude a actos públicos.
Se trata de una cuestión normalizada en este país de África occidental, aunque ciertos sectores critican que el presidente la "visibilice" en exceso.
Una obra de teatro actualmente en cartel en Dakar aborda este tema.
“Cuando una pareja contrae matrimonio piensa, lógicamente, que nadie más se añadirá a su relación", asegura a EFE la actriz Leya Kane, que encarna a una joven Leya imaginaria en la obra “Le débat” (“El dilema”, en francés), una reflexión sobre la poligamia que lleva representándose con gran éxito en Senegal desde 2020.
"Sin embargo, en Senegal, lo primero es decidir si este enlace se llevará a cabo como una relación polígama o no”, añade Kane.
En un país donde el 95 % de la población es musulmana, esta obra de ficción refleja la controversia de una realidad extendida.
El último registro público de la Agencia Nacional de Estadística y Demografía establecía que, en 2013, el 32,5% de los senegaleses casados vivían en unión polígama.
Ahora, por primera vez en su historia, Senegal cuenta con un jefe de Estado en declarada relación polígama, Bassirou Diomaye Faye (44 años), quien el pasado marzo ganó las elecciones presidenciales.
En una clara declaración de intenciones, Faye acudió a su investidura junto a sus dos esposas –y primeras damas–, Marie Khone, con la que se casó hace quince años y tiene cuatro hijos; y Absa, con quien contrajo matrimonio hace poco más de un año.
La ley senegalesa establece tres posibles regímenes de matrimonio: el de poligamia, en cuyo caso el hombre no puede tener más de cuatro esposas de forma simultánea; el de poligamia “limitada”, donde el número de mujeres no puede exceder de dos, y el de monogamia.
Si el hombre no suscribe una de estas opciones, que son definitivas, el matrimonio se somete al régimen de poligamia.
“La obra de teatro provoca sorpresa en la gente”, destaca Kane, quien añade que no todo el público acepta de buen grado esta depurada reflexión sobre la poligamia.
En la vida real, Kane tiene una relación monógama, pero reconoce que, tanto su padre como su hermano, se inclinaron por una relación polígama.
El debate sobre esta tradición no es nuevo en las artes de Senegal.
Ya a finales de los años 70, Mariama Ba, figura muy destacada de la literatura senegalesa, criticaba la poligamia en su obra “Une si longue lettre” (“Mi carta más larga”, en francés), donde relejaba la soledad de una mujer resignada a aceptar la nueva unión de su marido con una esposa más joven.
“El arte es una forma de mostrar el mundo desde otro ángulo”, destaca a EFE Berengere Brooks, directora de “Le débat”.
Para Brooks, el universo de “estos jóvenes senegaleses (como los de la obra) que viven en un mundo hiperconectado, mundializado… pero que también viven en una sociedad donde las tradiciones son muy importantes, donde el patriarcado es muy fuerte” plantea preguntas.
La exhibición polígama de la Presidencia camina de forma paralela al declive representativo de las mujeres en el nuevo Gobierno, que fue anunciado a comienzos de abril.
Lo que iba a convertirse en una Administración de “ruptura” con el régimen anterior –como prometió Faye en campaña–, acabó por no ser más que una decepción feminista: de un equipo de 25 ministros y 5 secretarios de Estado, sólo cuatro mujeres ocupan cargos de nivel.
Más polémica aún ha sido la desaparición del Ministerio de la Mujer, sustituido por una nueva cartera de Familia y Solidaridad.
“Se trata de un golpe de Estado contra los derechos de la mujer”, denuncia a EFE Maimouna Yade, del Colectivo Feminista de Senegal.
La activista exhibe en sus redes sociales una reciente tira cómica del caricaturista franco-burkinés Damien Glez como foto de perfil.
En la viñeta, el presidente senegalés se lamenta ante su primer ministro, Ousmane Sonko, por las críticas recibidas sobre el escaso número de mujeres en el Gobierno.
Y Sonko responde: “¡Pero si tenemos muchísimas mujeres en nuestra casa!”.
Valga decir que el primer ministro también mantiene una relación polígama.
“Hoy en día el estatus de ‘hombre’ en Senegal está muy unido a su capacidad para tener dos o tres mujeres”, asevera Yade.
“Sin embargo -advierte-, que el presidente senegalés sea un hombre polígamo no nos va a impedir seguir hablando de los problemas que la poligamia acarrea”.
Eduardo S. Molano