Taipéi/Pekín, 24 abr (EFE).- La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, celebró este miércoles la aprobación, por parte del Senado estadounidense, de un paquete de ayuda a la isla valorado en 8.100 millones de dólares, una decisión objetada por China, que considera a Taiwán como parte de su territorio.
“Me alegro de que el Senado haya aprobado este proyecto de ley”, aseveró la mandataria durante una reunión con tres congresistas estadounidenses en Taipéi.
Tras meses de bloqueo legislativo, el Senado de Estados Unidos sancionó este martes el paquete de 95.000 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania, Israel y Taiwán, juntando en un solo texto cuatro proyectos de ley que la Cámara de Representantes aprobó el pasado sábado.
“Me gustaría agradecer a todos (los legisladores) por mostrar apoyo a Taiwán a través de acciones (concretas) y por desempeñar un papel importante en mejorar la cooperación en diversos campos entre Taiwán y Estados Unidos”, manifestó Tsai.
Desde Pekín, el portavoz de Exteriores Wang Wenbin aseveró este miércoles en una rueda de prensa que "el fortalecimiento de los lazos militares entre Estados Unidos y Taiwán no traerá seguridad" a la isla.
"Tampoco evitará el hecho de que la llamada 'independencia de Taiwán' esté destinada al fracaso. Esto sólo aumentará las tensiones y el riesgo de conflicto a través del Estrecho de Taiwán", afirmó.
El vocero también pidió a EE.UU. que "respete el principio de una sola China" y que cumpla con el compromiso asumido por los líderes estadounidenses "de no apoyar la 'independencia de Taiwán'".
"EE.UU. tiene que dejar de armar a Taiwán y dejar de crear nuevas tensiones en el Estrecho de Taiwán. Tienen que dejar de poner en peligro la paz en el Estrecho de Taiwán", indicó.
Asimismo, adelantó que China se reserva el derecho de "tomar medidas decididas y efectivas para salvaguardar su soberanía, seguridad e integridad territorial".
Taiwán, gobernada de forma autónoma desde 1949, ha incrementado sus capacidades militares en los últimos años ante las crecientes amenazas de China, que considera a la isla una provincia rebelde.
De hecho, el Gobierno del Partido Democrático Progresista (PDP) de Taiwán, considerado "independentista" a ojos de Pekín, ha elevado el presupuesto de defensa nacional hasta un récord de 600.700 millones de dólares taiwaneses (18.444 millones de dólares, 17.258 millones de euros) para este año.
La cuestión taiwanesa es uno de los principales puntos de fricción entre Pekín y Washington, ya que EE.UU. es el principal suministrador de armas de Taipéi y podría defender a la isla en caso de conflicto.