Rogelio Adonican Osorio
Ciudad de Panamá, 24 abr (EFE).- La floración de los guayacanes se convierte cada año, entre los meses de marzo y abril, en un espectáculo visual que pinta de amarillo el horizonte de la capital panameña, un tanto gris en los últimos meses debido a la alta contaminación ambiental.
"El Guayacán no es una especie endémica de Panamá, pero sí crece de manera natural en nuestros bosques, sobre todo en los del área del canal" interoceánico, explicó a EFE el biólogo botánico de la Dirección de Área Protegida y biodiversidad del Ministerio de Ambiente, Adrián Jiménez.
Según Jiménez, es en el área canalera en donde se encuentran los árboles de guayacán "de mayor edad en Panamá, estos rondan entre los 40 a 50 años y están en su clímax".
El guayacán tarda en dar sus primeras flores "de 10 a 15 años y eso dependerá de factores como las condiciones del suelo, la humedad en el mismo, entre otros".
Entre las características de esta especie están que es de crecimiento lento, requiere de mucha precipitación en sus etapas iniciales, mide hasta 50 metros de altura, crece en climas húmedos a muy húmedos y, además de su belleza ornamental, cuenta con buena madera.
Esta especie de árboles mantienen un reloj natural del cambio de estación, porque se conoce que cuando comienzan su floración, "el verano llegó a su final".
"Estas especies detectan que las lluvias llegarán y en ese momento comienzan a florecer", manifestó Jiménez.
Admitió que en los últimos años en Panamá "hemos tenido un impacto fuerte del fenómeno de El Niño", con la consecuente sequía, y esa disminución de las lluvias ha "afectado a estas especies, en cierto rango, en lo que es su floración".
En su mayoría, detalla el botánico, florecen de manera sincrónica, pero que la influencia climática ha hecho que "algunos florezcan de manera precipitada, por decir algo en diciembre, o muy tarde, por el mes de mayo".
"En Panamá tenemos alrededor de 7 especies de guayacanes", remarcó el biólogo. El amarillo es el más conocido por la mayoría, pero los hay con flores moradas, rosa pálido y rosado.
"El color de su floración está definido por patrones genéticos que determinan estos tipos de caracteres como la forma y color de la flor", subrayó.
En Panamá, más allá de colorear el área canalera y la capital panameña, se pueden visualizar las diversas especies y subespecies de guayacán en los bosques húmedos de las provincias de Colón, Chiriquí y Darién.
El experto no precisó una cifra exacta de cuántos guayacanes hay en la capital, pero comentó que se han tomado iniciativas de sembrar muchos por diversas partes de la ciudad, entre ellas el Parque Omar, el Camino Real de Bethania, Vía Italia y Plaza Catedral.
La madera del Guayacán, según el experto, es buscada para cubiertas de barcos, durmientes de ferrocarril, muebles, herramientas, estructuras de casa, entre otras cosas, es por eso que en Panamá está dentro de la categoría de "especies amenazadas".
"El guayacán está protegido por legislación nacional, nuestra resolución de especies amenazadas del año 2016", afirmó.
El experto sostuvo que pronto entrará en el Apéndice 2 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cities) y esto le dará un grado de protección internacional.
"Para que su madera pueda ser comercializada al exterior, requiere permisos del Ministerio de Ambiente, básicamente mantener un control de la exportación de madera al exterior", puntualizó.