Roma, 23 abr (EFE).- Domenico 'Mimmo' Lucano, exalcalde de Riace (Calabria, sur) y símbolo de la acogida de migrantes en Italia, lo que le costó una condena a más de 13 años de cárcel de la que fue posteriormente absuelto, concurrirá de nuevo a la alcaldía de su pueblo y también a las elecciones europeas para llevar su modelo de integración a Europa.
Durante su larga etapa al frente de la alcaldía de Riace (2004-2019), Lucano implantó un modelo particular de acogida: las casas abandonadas fueron restauradas con los fondos europeos para dar una vivienda a los inmigrantes, se crearon talleres artesanales y se abrieron nuevos restaurantes gestionados por las personas acogidas.
Lucano fue condenado en 2021 en primera instancia por 21 delitos cometidos en la gestión de proyectos, sin embargo en apelación los jueces le absolvieron de casi todos y rehabilitaron su imagen política.
En octubre de 2018, el alcalde fue puesto en arresto domiciliario bajo la acusación de favorecer la inmigración ilegal y, aunque una semanas después recuperó libertad, se le prohibió residir en su localidad. En octubre pasado la corte de apelación le absolvió de los delitos más graves: asociación para delinquir, fraude, peculado y abuso de poder.
El exalcalde explica en una entrevista con EFE que sufrió "un calvario" por "unas acusaciones para destruir y eliminar el llamado modelo Riace que había demostrado que probablemente era la única respuesta en el mundo a la cuestión de la migración".
Ahora espera poder llevar este modelo de integración a una Europa "que habla de invasión", que piensa que "tenemos que proteger las fronteras, que tenemos que crear estados fortaleza, que tenemos que hacer retroceder a la gente y protegernos de las invasiones, de los problemas sociales que inevitablemente se provocan, dicen".
Lucano critica un mundo y una Europa que han levantado barreras y que después de llevar la inestabilidad a países como Irak o Afganistán, se rechaza a sus ciudadanos, "en vez de acogerles como hizo el pequeño Riace, en lugar de abrir lugares abandonados donde podrían rehacer sus vidas".
"¿Qué pasó con los afganos que terminaron en las tragedias del mar, como la de Cutro, donde cien personas perdieron la vida porque intentaban desesperadamente tener una oportunidad de vivir?. Vinieron a vivir pero los rechazamos", destaca.
En su opinión "existe un síndrome de miedo al ser humano" y por eso ahora es más necesario que nunca el modelo Riace.
Además el actual Gobierno italiano, presidido por la ultraderechista Giorgia Meloni, ha decidido "firmar acuerdos con terceros países, con países donde no se respetan los derechos humanos para abrir campos de concentración y encerrar a estas personas que huyen del África subsahariana o decretos para realizar deportaciones a Albania".
"¿Sabes cuántos pueblos están casi deshabitados desde Riace hasta el punto más extremo de Reggio Calabria? Hay tantos, hay tantas casas vacías (...)¿Podemos enviar a estas personas a campos de concentración, a barrios marginales, a tiendas de campaña, cuando hay casas vacías?", pregunta.
Por eso, su candidatura a Europa con los Verdes y Alianza de Izquierda "es un gran desafío". "Estoy preocupado. No sé si lo tengo, la conciencia, la capacidad para dejar una señal", asegura porque, aunque hay en Europa "muchísimas personas mucho más expertas", al final "estamos en un polvorín, sólo hay desastre, sólo hay guerra, sólo hay inhumanidad".
"Creo que estos son los años más negativos de la historia de la humanidad", agrega.
Tras la publicación hace unos días de las 300 páginas de la sentencia de absolución del Tribunal de Apelación que derribó totalmente la tesis de la acusación, Lucano quiere volver a Riace como alcalde en las elecciones de junio, que coinciden con las europeas.
"Me alegré mucho cuando en las reuniones para organizar las listas y participar me dijeron que me querían como alcalde", asegura.
¿Volverán los migrantes a Riace?. "Nunca se fueron, ¿por qué? porque como ciudadano yo continué ayudando a conservar las casas que nos habían entregado durante el período de acogida, a mantener los talleres sociales, el comedor social, la granja, la escuela de italiano, la guardería. Nos comprometimos a resistir y al final lo logramos".
Por Cristina Cabrejas