Antonio Broto
Ginebra, 22 abr (EFE).- Europa es el continente que se calienta a un ritmo más rápido, con subidas de temperaturas que duplican la media global, y en 2023 rompió el récord de días de estrés térmico extremo, según un informe de la ONU y Copernicus, que señala que la mortalidad relacionada con el calor aumentó un 30 % en las últimas dos décadas.
"Millones de personas se vieron impactadas por eventos climatológicos extremos" en el continente europeo, desde olas de calor a inundaciones, destacó el estudio anual sobre el estado del clima de Europa, presentado por el servicio de seguimiento climático de la Unión Europea y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dependiente de Naciones Unidas.
"Europa fue testigo del mayor incendio nunca antes registrado (el sufrido por Grecia en agosto), vivió uno de los años más húmedos, graves olas de calor marinas y devastadoras inundaciones ampliamente extendidas", resumió el director de Copernicus, Carlo Buontempo.
El estrés térmico, que mide el riesgo de que el clima pueda afectar a la salud humana, se considera "extremo" si en una jornada se superan los 46 grados, algo que ocurrió más de una decena de veces en Europa el pasado año en áreas del sur y este español, el suroeste de Francia, Italia meridional, Grecia y el oeste de Turquía.
También fueron inusualmente altos los días de estrés térmico muy fuerte (entre 38 y 46 grados), y Copernicus destacó que éstos fueron especialmente numerosos (más de 80) en el sur del territorio español.
El informe recuerda que la mortalidad relacionada con el calor en Europa ha aumentado alrededor de un 30 % en los últimos 20 años. No hay datos exactos de 2023, aunque las olas de calor estival del año anterior causaron más de 60.000 fallecimientos según algunos estudios.
Sí que se contabilizaron 63 muertes por tormentas, 44 debido a las inundaciones y otras tantas por incendios forestales.
El año 2023 fue para Europa uno de los más cálidos de los que se tiene registro (el primero o el segundo, según diferentes bases de datos), aunque lo que es seguro es que los tres años de temperaturas más altas en el Viejo Continente se han dado todos en la actual década.
"Once de los doce meses del año tuvieron temperaturas por encima de la media, incluido el mes de septiembre más cálido del que se tiene constancia", destacó el informe.
Éste también alertó de la ola de calor marino extrema que sufrió en junio el Atlántico alrededor de las Islas Británicas, con temperaturas hasta cinco grados superiores a la media.
Por otro lado, el pasado año las precipitaciones en Europa fueron un 7 % superiores a la media, con un 16 % de las cuencas fluviales continentales superando el umbral de alarma y récords de caudal máximo en grandes corrientes como el Loira, el Rin o el Danubio, debido a las tormentas registradas entre octubre y diciembre.
Las inundaciones en el Viejo Continente el pasado año afectaron según el informe a 1,6 millones de personas y causaron más de cuatro quintas partes de las pérdidas relacionadas con el clima en Europa, que ascendieron a unos 13.400 millones de euros.
"Los datos que se presentan en el informe son alarmantes, pero investigarlos es vital para lograr la transición hacia las energías alternativas, reducir los gases de efecto invernadero y convertirnos en el primer continente neutral en carbono hacia 2050", destacó el jefe de la Unidad de Observación de la Tierra de la Comisión Europea, Mauro Facchini.
En ese campo el informe presentó cifras que invitan al optimismo, ya que hubo un porcentaje récord (43 %) de electricidad generada por fuentes renovables en 2023, frente al 36 % del año anterior, algo facilitado por el mayor potencial de generación hidroeléctrica e hidráulica que produjeron las mayores tormentas y precipitaciones.
Por segundo año consecutivo, además, la energía generada con estas fuentes renovables superó a la producida por los combustibles fósiles en el Viejo Continente.