Washington, 16 abr (EFE).- El plan que presentó el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, para someter a voto los paquetes de ayuda militar para Ucrania e Israel está desenterrando el hacha de la guerra fratricida en el Partido Republicano que provocó la caída de su antecesor hace seis meses, de acuerdo a reacciones que se conocieron este martes.
Johnson ya vio como a finales de marzo la congresista de extrema derecha Marjorie Taylor Greene, que es cercana al expresidente Donald Trump (2017-2021), presentaba una moción para destituirle, aunque no ha activado todavía el mecanismo para someterla a votación.
Este martes, otro congresista de extrema derecha, Thomas Massie, se unió a la medida de Greene, dejando a Johnson sin margen para mantener una mayoría republicana en la Cámara Baja que le apoye, dado que la actual composición del hemiciclo es de 218 a 213.
"La moción será sometida a voto, ¿de acuerdo? ¿Alguien duda de eso? La moción será sometida a voto, y luego (Johnson) perderá más votos que Kevin McCarthy (su antecesor)", afirmó Massie.
Si se llegase a someter a voto la moción para destituirle, el líder republicano necesitaría del apoyo de demócratas para sobrevivir, algo que de seguro aún aumentaría la grieta dentro de su partido.
Preguntado en rueda de prensa este martes por si tiene intención de dimitir, Johnson dijo que no.
El detonante del nuevo malestar fue el anuncio que hizo Johnson este lunes sobre sus planes de someter a la opinión del pleno en los próximos días cuatro proyectos de ley de ayuda exterior, entre ellos el de Ucrania, que lleva bloqueando meses por la oposición de gran parte de sus parlamentarios, y el de Israel.
Los demócratas han dicho que para apoyar a Johnson en una eventual moción de censura, los proyectos que someta a votación tienen que ser idénticos a los que aprobó el Senado en febrero con un amplio apoyo bipartidista.
Eso equivale a 60.000 millones de dólares para Ucrania, 14.100 millones de dólares para Israel y 9.200 millones de dólares en ayuda humanitaria.
De hecho, para que los proyectos de ley avancen, Johnson también necesitará que le apoyen los demócratas.
Pero parte de los republicanos está filosóficamente en desacuerdo con aprobar dinero para Ucrania, otros se oponen a ir a remolque de los proyectos aprobados por un Senado controlado por los demócratas y también los hay que todavía buscan lograr contrapartidas en materia migratoria.
Johnson llegó a la Presidencia de la Cámara Baja a raíz de que una pugna fratricida dentro del Partido Republicano hiciera caer al anterior presidente, Kevin McCarthy, precisamente por un acuerdo presupuestario con los demócratas.
La caída de McCarthy en octubre del año pasado sumió a la Cámara Baja y a los republicanos en el caos durante semanas hasta que se pusieron de acuerdo en Johnson.
Algunos demócratas, que votaron por unanimidad a favor de la caída de McCarthy, se han mostrado dispuestos ahora a salvar a Johnson. Tom Suozzi anunció que lo apoyaría después de que Greene presentase su moción: "La idea de que estos bufones lo echen es absurda".
Dentro del Partido Republicano preocupa volver a pasar por ese mismo proceso a poco más de 6 meses para las elecciones.