Veracruz (México) 10 abr (EFE).- Un ataque armado al interior de una vivienda en el estado mexicano de Veracruz, este del país, dejó tres muertos, una mujer y dos menores, además de dos heridos, un hombre y una niña, en una aparente venganza por narcomenudeo.
Fuentes policiales reportaron que los hechos ocurrieron la mañana de este miércoles en un vecindario del municipio de San Andrés Tuxtla, región selvática del sur del estado de Veracruz.
Versiones indican que el o los atacantes irrumpieron en el interior de la vivienda y dispararon contra los ocupantes, asesinando en el lugar a la madre de familia de 43 años y a dos de sus hijos, una niña de 12 años y un joven de 16.
Además, quedaron heridos de gravedad dos personas más, el padre de familia, de 57 años, y su hija, de nueve, quienes fueron trasladados a un hospital de la zona.
Agentes de distintas corporaciones policiales montaron un operativo de seguridad en toda la región, mediante el cual lograron detener a un presunto implicado en el crimen.
Las primeras indagaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) apuntan a una posible venganza por 'narcomenudeo', en un estado que ha sufrido, durante lo que va de 2024, una espiral de violencia y crímenes de alto impacto relacionados con la operación del narcotráfico y que han conmocionado a la sociedad.
En enero fueron abandonados al menos ocho cuerpos de personas descuartizados en dos vehículos en el puerto de Tuxpan, en el norte de Veracruz.
En febrero, siete personas fueron asesinadas a tiros cuando viajaban en una camioneta en el municipio de Acultzingo, en la región montañosa central; y en marzo, los cuerpos de cuatro personas fueron abandonados nuevamente en el puerto de Tuxpan.
Los casos de violencia extrema ocurren, además, en medio de un proceso electoral en el que está inmerso Veracruz, donde elegirán al gobernador y a 50 diputados locales.
La organización civil Causa en Común, la cual lleva un recuento de la violencia extrema en el país, documentó en 2023 más de 2 mil víctimas en el estado de Veracruz.
Contabilizó al menos 260 casos que considera como atrocidades: asesinatos con crueldad extrema, 52; tortura, 48 casos; mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres un total de 35 casos.
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