Bangkok, 9 abr (EFE).- La junta militar de Birmania (Myanmar) tildó de "parcial" una resolución crítica con la situación del país del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que acusó al régimen de violar el derecho internacional humanitario.
Las autoridades birmanas afirmaron que la resolución del Consejo de la ONU aprobada el pasado 4 de abril contiene "alegaciones sin fundamento y parciales", según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores birmano publicado este martes en el medio oficialista "Global New Light of Myanmar".
La junta birmana, que tomó el poder en 2021 en un golpe de Estado, afirmó que trabaja para establecer la estabilidad y que ha concedido más de 1.000 permisos de viaje a trabajadores de la ONU y de ONG internacionales en todo el país.
Sin embargo, el Consejo de Derechos Humanos acusó al Ejército birmano de atacar a civiles y de dificultar la llegada de ayuda humanitaria a los desplazados por el conflicto.
Las autoridades birmanas también criticaron que no han sido informadas oficialmente de la elección por parte de la ONU de la exministra de Exteriores australiana Julie Bishop como enviada especial para Birmania el pasado 5 de abril.
Bishop sustituye a la socióloga singapurense Noeleen Heyzer, quien fue la enviada especial entre octubre de 2021 y junio de 2023, cuando dimitió debido a la negativa de la junta a que pudiera visitar a la líder depuesta birmana Aung San Suu Kyi.
En su resolución, el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU ha pedido a la comunidad internacional detener la venta y transferencia de combustible al régimen birmano para frenar los ataques aéreos contra civiles.
El Consejo reiteró por otro lado su condena al golpe de Estado de 2021 y pidió la liberación inmediata e incondicional del presidente Win Myint, la consejera de Estado Aung San Suu Kyi y "todas las personas detenidas arbitrariamente, encarceladas, declaradas culpables o condenadas por motivos falaces".
La sublevación castrense de 2021 acabó con diez años de transición democrática en Birmania y abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.