(Actualiza con la reacción de Tailandia)
Bangkok, 8 abr (EFE).- La junta militar de Birmania envió un avión a la ciudad tailandesa de Mae Sot, en el oeste del país, para recoger a un número indeterminado de huidos, incluidos soldados, que cruzaron al país vecino tras la caída de una importante ciudad cerca de la frontera, mientras que Tailandia aseguró este lunes que solo viajarán civiles.
El aparato, de la compañía estatal Myanmar Airlines, aterrizó anoche en el aeródromo de Mae Sot, una región donde se asientan desde hace décadas varios campamentos de refugiados birmanos y uno de los principales pasos entre ambos países, recoge el medio tailandés The Reporters.
Conforme a un documento obtenido por este portal, el Ministerio de Exteriores birmano solicitó ayer permiso a su homólogo tailandés para vuelos especiales de "pasajeros y carga" entre Mae Sot y Rangún, antigua capital birmana y ciudad más poblada, con validez hasta el martes.
En estas operaciones, de 72 horas de duración, participarían hasta 6 aviones de la compañía de bandera birmana, según el documento oficial.
Este inusual trayecto se produce a raíz de la toma durante el fin de semana por la guerrilla étnica Ejército de Liberación Nacional Karen de la principal base militar en la ciudad de Myawaddy, que comparte frontera con Mae Sot.
A raíz de la ofensiva, los rebeldes han ido expulsando a los militares de otras posiciones a medida que estos se iban rindiendo, publicó en Facebook el grupo Unión Nacional Karen, brazo político de la citada guerrilla, aunque se desconoce si el grupo armado ha tomado el control total de la urbe.
También se desconoce hasta el momento el número de soldados, y familiares de estos, que cruzaron la frontera para pedir refugio, mientras que el canal público tailandés Thai PBS habla de al menos 617 personas, incluidos 477 militares.
Por su parte, el Gobierno de Tailandia ha insistido este lunes a través de varios portavoces que las aeronaves serán utilizadas para transportar a civiles y no para trasladar tropas o armas.
"El Gobierno tailandés siempre ha aplicado una política clara. Tailandia no es el socio de nadie en este conflicto (...) Pero desde el punto de vista humanitario, Tailandia está dispuesta a brindar asistencia a los civiles", apuntó en un comunicado Chai Watcharong, uno de los portavoces del primer ministro.
En los últimos meses la junta militar ha perdido el control de ciudades fronterizas con China e India a raíz de la ofensiva de otros grupos armados opositores, lo que se ha traducido como un signo de aparente vulnerabilidad del poderoso Ejército birmano desde el golpe de Estado militar del 1 de febrero de 2021.
La sublevación castrense acabó con diez años de transición democrática y abrió una espiral de violencia que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas, con más de 4.850 muertos y unos 20.000 detenidos a manos de las fuerzas del régimen, según la Asociación para la Asistencia de Prisioneros Políticos (AAPP).
El Ejército justificó el golpe por un presunto fraude masivo durante las elecciones generales de noviembre de 2020, cuyo resultado ha sido anulado y en las que el partido de Aung San Suu Kyi -encarcelada a raíz de la asonada- arrasó, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.