Shah Abbas y Rita Cardeira
Srinagar (India), 5 abr (EFE).- Los fabricantes de bates de críquet de la Cachemira india buscan su hueco en el mercado internacional. El arranque de la Premier League de la India (IPL) incrementa en un 25 % las ventas. Son más baratos que sus competidores ingleses pero también son percibidos como de menor calidad. En cinco años podrían quedarse sin materiales en bruto para manufacturarlos por falta de reforestación en la zona.
Con el arranque de la IPL el pasado 22 de marzo y las grandes competiciones internacionales de críquet a la vuelta de la esquina, la demanda de los preciados bates de madera de sauce cachemir se ha intensificado.
"Las grandes competiciones anuales, como la IPL, han fomentado un aumento de la afición al críquet y, por tanto, de nuestro negocio", declaró a EFE el portavoz de la Asociación de Fabricantes de bates de críquet de Cachemira (CBMAK, en inglés), Fawzul Kabiir.
Uno de los fabricantes, Asif Suhail, señaló a EFE que la demanda de bates se ha casi duplicado.
Con la moral por las nubes, los fabricantes aseguraron haber recibido pedidos de "alto nivel". Al menos doce bateadores internacionales empuñarán los bates cachemires en el próximo mundial del formato T-20 que se disputará en Estados Unidos y en las Indias Occidentales (designación de las islas del Caribe, denominadas Antillas y Lucayas), a partir de junio de este año.
Los productores esperan contar con al menos cinco países defendiendo al producto oriundo del gigante asiático, entre ellos India, Pakistán, Afganistán, Bangladesh y Zimbabue, además del propio Caribe. Un interés profesional que se refleja en las ventas a nivel internacional.
"En 2021 tuvimos cero exportaciones, pero nuestras 400 unidades de fabricación exportaron 300.000 bates en 2023", constató Kabiir.
Los fabricantes cachemires recibieron recientemente un espaldarazo acompañado de nombre y apellido: Sachin Tendulkar. El legendario bateador retirado de críquet indio visitó el pasado febrero varios talleres del sur de la Cachemira.
"El primer bate que recibí me lo dio mi hermana y era de madera de sauce cachemir", recordó en las redes sociales la leyenda del deporte rey en la India. Lo que iba a ser un viaje en familia terminó siendo una alegría para los productores, que vieron sus ventas aumentar.
Los bates cachemires más baratos pueden ser adquiridos por unos 12 dólares y los de más calidad pueden ascender hasta los 600 dólares, explicó a EFE el presidente de la CBMAK, Fayaz Ahmad. Aquellos construidos con madera de sauce inglesa en el Reino Unido, según Ahmad, pueden llegar a alcanzar los 3.600 dólares.
Una diferencia abrumadora que los expertos juzgan en parte por la mayor calidad y durabilidad de los bates ingleses.
Un perito relacionado con el oficio, y que pidió el anonimato, destacó a EFE que "aunque los bates de sauce de Cachemira sean más baratos y fáciles de conseguir, puede que no ofrezcan el mismo nivel de rendimiento y durabilidad".
El bate de sauce inglés, señaló, "es conocido por su calidad superior, es más blando y proporciona un mejor rendimiento debido a su capacidad para generar más potencia y control".
Pese a estas diferencias los bates fabricados con madera procedentes de esta convulsa región, disputada por la India y por el vecino Pakistán desde la salida del Imperio británico del subcontinente en 1947, son los favoritos de aficionados y profesionales de críquet de todo el mundo.
El alza de la demanda de los bates cachemires está unida a la inquietud sobre el futuro de la industria en la región por falta de sauces, en una región donde más de 100.000 personas están relacionadas con su venta y al problema del desempleo se une el retraso económico provocado por décadas de insurgencia de corte separatista.
No se plantan bastantes árboles de esta especie en la Cachemira india como para asegurar el futuro. "Si la situación no cambia, no duraremos más de cinco años en el negocio", lamentó Kabiir.
Según la fuente, parte del problema reside en que los agricultores prefieren plantar ahora cultivos más lucrativos como los manzanos. Sin apoyo financiero de la administración para los campesinos, los campos quedarán sin sauces y el sector desaparecerá.
"La demanda de nuestro producto ha aumentado pero tenemos miedo de invertir en la industria porque sabemos que los sauces están desapareciendo", lamentó Suhail.
Si el Gobierno reacciona con medidas como la introducción de una etiqueta de indicación geográfica (IG) o incentivos a la plantación, los productores esperan poder sobrevivir y experimentar uno de los mayores logros del críquet en el último siglo, como nuevo deporte olímpico en los Juegos de Los Ángeles de 2028.