Bogotá, 5 abr (EFE).- La Caja de Compensación Familiar Compensar solicitó a la Superintendencia Nacional de Salud de Colombia la aprobación para retirar su programa como entidad prestadora de salud (EPS), de manera "total y voluntaria" del Sistema de Seguridad Social en Salud, informó este viernes la empresa.
"Esta decisión obedece a la compleja situación financiera que atraviesa el sistema de salud en Colombia", dijo Compensar en un comunicado.
Si su solicitud es aprobada Compensar dejaría de existir como aseguradora en salud y se dedicará a sus servicios como caja de compensación, educación, turismo, vivienda, recreación y formación deportiva, entre otros.
La compañía explicó que la situación financiera del sistema de salud colombiano "afectó considerablemente la viabilidad y sostenibilidad del programa Compensar EPS, al punto de no permitirle garantizar el servicio a sus afiliados en las condiciones de calidad y oportunidad que desde siempre han caracterizado".
"Compensar espera que la solicitud de retiro y liquidación voluntaria de su programa de EPS sea aceptada por la Superintendencia Nacional de Salud", precisó el comunicado.
Igualmente aseguró "continuará atendiendo a los usuarios de la mejor forma posible, hasta el último día en que estén a su cargo, realizando una entrega ordenada de la población a la entidad que el gobierno defina".
La EPS tiene a su cargo más de dos millones de afiliados, 1,6 en régimen contributivo y más de 250.000 planes complementarios.
"Estamos seguros de que Compensar ha desempeñado su papel como Entidad Promotora de Salud (EPS) a cabalidad, cumpliendo de forma intachable con el mandato conferido por la ley, y respondiendo a la confianza y cariño de sus afiliados, en beneficio del país", señaló.
La decisión de Compensar se conoce en la misma semana en la que se hundió la reforma a la salud en el Senado y la intervención a las dos EPS más grandes del país: Sanitas, que tiene 5,8 millones de afiliados, y Nueva EPS, la mayor empresa del sector en el país, que tiene 10,9 millones de afiliados.
Diferentes sectores han criticado estas acciones porque las consideran un intento del Gobierno de imponer a la fuerza su reforma a la salud.