Kinsasa, 3 abr (EFE).- Las autoridades locales del este de la República Democrática del Congo (RDC), bastión del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), acusaron este miércoles a estos insurgentes de atacar, violar y obligar a los civiles a hacer trabajos forzados, además de matar al menos a doce personas el pasado martes.
"La gente de Bwito no sabe adónde ir porque cada día se producen asesinatos. Deploran lo que viven a diario. Hacemos un llamamiento a todas las organizaciones de derechos humanos para que investiguen lo que está pasando", dijo a EFE el vicedelegado de la jefatura de Bwito, Isaac Kibira, una zona tomada por el M23.
"El M23 mató ayer a doce personas. Levantaron barreras y sometieron a la población a trabajos forzados, labrando los huertos, acarreando agua o cocinando. Varias mujeres y niñas se han convertido en sus esclavas sexuales, además", añadió.
El M23 reactivó los combates el pasado 1 de octubre, después de meses de calma relativa.
Desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse a unos veinte kilómetros de Goma, capital de Kivu del Norte, que ocupó durante diez días en 2012, antes de retirarse por la presión de la comunidad internacional.
Los insurgentes han tomado el control de las carreteras que unen el resto del país con esa estratégica ciudad, de más de un millón de habitantes y base de numerosas ONG internacionales e instituciones de la ONU.
Sus combates han dejado a más de un millón de desplazados internos y desencadenaron graves tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el grupo rebelde, un extremo que las autoridades ruandesas siempre han negado, pese a haber sido confirmado por la ONU.
A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en el año 2000 por cabecillas del genocidio de 1994, y otros ruandeses (hutus) exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país.
Esa colaboración también ha sido confirmada por la ONU.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco). EFE
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